Miguel Zorío respondió ayer al comunicado oficial de Peter Lim en el que el singapurense cerraba la puerta a la venta de su paquete accionarial o una parte de él y en el que afirmaba que en caso de existir la oferta del empresario valenciano, esta sería rechazada, además de manifestar que desconocía con qué amigo suyo ha podido hablar el que fuese vicepresidente de la entidad. En su réplica, a través de la plataforma que dirige el propio Zorío (Marea Valencianista), ha expresado que la lucha por recuperar el club «no terminará hasta que los valencianistas recuperemos el Valencia» y ha recalcado que el hecho de que Peter Lim venda el club «es solo cuestión de tiempo».

La respuesta de Zorío llegó cargada de crítica a la gestión de Meriton, pero sobre todo en defensa de la validez y existencia de su oferta. Para ello ha adjuntado la LOI (letter of intent ) y los certificados de correo enviados a la casa de Peter Lim y el domicilio de Meriton Holdings que corroboran que la ofensiva existe.

Sobre que el máximo accionista no quiera vender, Zorío expuso que no da credibilidad a esta afirmación y lo ejemplificó con el «No queremos vender a Paco» poco antes de traspasar a Alcácer al FC Barcelona. Además, explicó que las opciones de Lim son muy reducidas: «O recoge 248 millones de euros, o tendrá que ponerlos para poder pagar los sueldos de los jugadores, avalar la nueva situación de disolución que traerá el préstamo de la LFP, para pagar el déficit de esta temporada y para terminar el nuevo Mestalla».

Acerca de la reciente ampliación de capital realizada por el máximo accionista en la entidad, para Zorío no representa una muestra de compromiso por parte de Lim, sino que la hace porque la situación del club no le permite cobrarse su deuda y «por que su equipo gestor es una máquina de hacer perder dinero» al club y explica que si no hacía la ampliación «el Valencia CF estaba en causa de disolución y el perdía toda su inversión».

Sobre el amigo en Singapur que informó a Zorío de que Lim veía con buenos ojos la oferta, señala que es el mismo que en una «reciente cena», le dijo que varios empresarios estaban disgustados con él por la mala imagen que estaba transmitiendo en Europa.