Marion Rousse no es una mujer desconocida en Francia, quizá todo lo contrario. Es la voz del ciclismo, la que incorporó la televisión pública para retransmitir no solo el Tour, sino todas las carreras que se ofrecen en directo, desde la París-Niza hasta la París-Tours, de marzo a octubre. Y será la persona encargada este jueves de presentar solemnemente en el Palacio de Congresos de París el nacimiento del Tour Femmes del que será la directora.
Quiere ASO, propietaria del Tour, que también presenta el recorrido 2022, que la prueba femenina tenga una enorme repercusión y que aproveche el gran tirón de la famosa prueba masculina, que reúne, al margen de la pandemia, a unos 20 millones de aficionados en total por las carreteras francesas a lo largo de tres semanas. Que crezca, que el público se identifique con las mujeres ciclistas, que conozcan sus nombres, que vean ellas sus apellidos pintados en la carretera y que sufran y disfruten durante los ocho días de competición, del 24 al 31 de julio del año que viene. Empezarán a rodar justo el día en que los muchachos llegan a París, para que corredores de ambos sexos, cada cual en su carrera, sientan la gloria de atravesar la línea de meta de los Campos Elíseos.
Poco se sabe de la primera edición del Tour Femmes, cuyos secretos se ponen este jueves al descubierto, al margen de que empezará en París y tendrá la subida a La Planche des Belles Filles como uno de los puntos clave de la competición. Y, claro está, no podía ser de otro modo, que participarán las mejores corredoras y equipos del concierto mundial.
Marion Rousse será la encargada de que funcione todo el engranaje, como hace Christian Prudhomme, curiosamente como ella fue periodista antes que dirigente, durante la competición.
Rousse, 30 años, fue campeona de Francia en ruta en 2012. Empezó a colaborar poco después en el departamento de relaciones públicas del Tour. Por aquel entonces era la mujer de Tony Gallopin, corredor profesional. Tras una etapa como modelo fichó por la Televisión Francesa mientras iniciaba una relación personal con Julian Alaphilippe. La pareja vive en Andorra y en junio fueron padres de Nino.
La primera experiencia
El Tour, como empresa, ahora ASO, organizó el Tour femenino de 1984 a 1989. Eran los años de dominio de Jeannie Longo. Desapareció oficialmente la carrera. Hubo litigios por el nombre y a finales de los 90 solo se permitió la ronda francesa femenina bajo el nombre de la Grand Boucle Féminine Internationale. Tenían prohibido utilizar la denominación ‘Tour’. Fue la época de las tres victorias de Joane Somarriba (2000-2001 y 2003), la mejor ciclista española de todos los tiempos.
Antas, a principios de los años 90 del siglo pasado, la carrera se denominó el Tour de la Comunidad Económica Europea, época de triunfos para quienes fueron grandes figuras del ciclismo femenino: Leontiel van Moorsel y Fabiana Luperini.
Las grandes citas
Ahora, el ciclismo femenino empieza a resurgir. Todos los grandes equipos, caso del Movistar, disponen de una plantilla femenina y las grandes clásicas, como sucedió a principio de mes con la París-Roubaix, con un notable éxito de audiencia en Francia: casi dos millones de personas siguieron la carrera por televisión.
El año que viene será la ocasión para poder disfrutar con las estrellas actuales, como Annemiek van Vleuten o la mallorquina Mavi García que correrá el año que viene en el nuevo Emirates, la escuadra de Tadej Pogacar en el apartado masculino.
