El Valencia Basket cayó de pie, pero cayó en Podgorica contra el KK Buducnost (71-70) en un final cargado de polémica. Después de una posible falta en la zona sobre Bojan Dubljevic en los últimos segundos, el entrenador ‘taronja’, Joan Peñarroya, echó a correr hacia el túnel de vestuarios en busca del trío arbitral. El técnico de Terrassa estaba enfurecido protestando la acción sobre el pívot montenegrino, tanto que tuvo que ser frenado por miembros de la seguridad y de ambos equipos. Más tarde, más calmado, el entrenador felicitó, en primer lugar, al Buducnost y añadió que «la última jugada es difícil de entender». «Es una falta muy clara», valoró.

En la acción previa a la polémica, los locales se había colocado por delante en el marcador por primera vez desde el final del primer cuarto (18-17, m.10). Justin Cobbs, exNBA, se deshizo en el aclarado de Prepelic y encestó por elevación con la derecha. Un jarro de agua demasiado fría para un Valencia BC que, pese a la ausencia de claridad ofensiva en la segunda parte, logró mantenerse por delante hasta los últimos 22 segundos del choque.

El primer asalto ya mostró al Valencia Basket la dureza del partido en Podgorica, aunque los de Peñarroya tomaron nota para ajustar unos cuantos detalles defensivos en el segundo y marcharse con ventaja al descanso (32-38, m. 20). Al final del primer cuarto, se produjeron las reapariciones tras varias semanas lesionados de Bojan Dubljevic y Klemen Prepelic, en especial del escolta esloveno, que no podía jugar por un esguince de tobillo desde la Supercopa de España en septiembre. Los dos, precisamente, comenzaron a marcar el ritmo en el segundo acto, donde el Valencia alcanzó su máxima renta a favor gracias al parcial de 0-9 en tres minutos y al hecho de cerrar la zona con la presencia física de ‘Dubi’.

La otra buena nueva, aparte del regreso de los lesionados, fueron los minutos notables sobre la pista del joven Guillem Ferrando. El base de Benifairó de la Valldigna cumplió en ataque con aciertos desde el perímetro y en defensa sin perderle la cara al experimentado Cobbs.

A la vuelta del tiempo de descanso (32-38, m. 20), los montenegrinos seguían dispuestos a ofrecer batalla. Y la ofrecieron mejorando en el triple de la mano de Atic y afilando las uñas en las marcas individuales. Poco a poco, los ‘taronja’ perdieron efectividad en lo colectivo mientras el rival no les dejaba respirar. Además, la desgracia se cebó otra vez con el equipo en forma de lesión. Esta vez con una rotura en los isquios de Neno Dimitrijevic.

Una canasta de Wiley, que estuvo muchos minutos desconectado por la acumulación de faltas personales, ponía al Buducnost a solo uno (52-53, m. 29). Los triples de Martin Hermannsson y Prepelic, que acabó siendo el máximo anotador con 14 puntos, volvieron a dejar la ventaja en siete. Sin embargo, en el último cuarto Buducnost continuó apretando. El Valencia resistía con firmeza, pero sin inspiración. La victoria se esfumó en cuestión de segundos.