El Valencia Basket sufrió su primera derrota en la Liga Endesa -y en la Fonteta en competición oficial- a manos del Perfumerías Avenida de Salamanca (67-75). La victoria de las salmantinas coloca al equipo entrenado por el valenciano Roberto Íñiguez, exjugador y extécnico en el club ‘taronja’, como el líder en solitario de la Liga. Después de una primera parte que fue un tributo al baloncesto ofensivo, el mejor rendimiento de las charras a ambos lados de la pista dictó sentencia en la segunda. No obstante, la permisividad de los árbitros, que no señalaron ni una falta contra las visitantes en todo el tercer cuarto y la fatiga mental y física de las valencianas fueron factores extra para que la balanza se decantase finalmente en favor de uno de los dos mejores conjuntos del país.

Ni siquiera el extraordinario partido de Rebecca Allen, autora de 23 puntos, pudo contener el poder anotador, más repartido, del Perfumerías Avenida. Pasadas las siete de la tarde, el Valencia Basket recibía la autorización de la FIBA y la FEB. Allen, tras la incertidumbre de las horas previas por la fecha de su inscripción en la competición, podía ser de la partida. Una excelente noticia para las ‘taronja’ y, sobre todo, para el deporte de la canasta. La australiana firmó una primera parte para enmarcar y reproducirla en vídeo para los jóvenes que deseen de alero en el futuro.

Bec tomó las riendas desde el arranque. Parecía un león liberado minutos antes del espectáculo. A los pocos segundos del partido, la ‘francotiradora’ abrió el marcador con su mejor especialidad, el triple, y en el siguiente ataque puso el 5-0 cuando no había transcurrido aún ni un minuto. Pero, a pesar de Allen, el Salamanca replicaba haciendo feroz la batalla apoyándose en la muñeca de Katie Lou Samuelson. Una canasta de tres de la estadounidense dejaba el resultado 12-10 sin haberse rebasado todavía los cuatro minutos. Un ‘coast to coast’ de Allen ponía el 18-10. Fue la máxima renta de las valencianas. Perfumerías, más dinámico en su juego, reaccionó como al final del partido las locales no pudieron hacerlo. Sin Bec en el campo, las visitantes concluyeron el cuarto por delante gracias a la combinación exterior-interior de sus ataques. Silvia Domínguez, Manso, Cazorla, y Hof y Fasoula en la pintura completaron los excelentes porcentajes de acierto de Samuelson (22-24, m. 10).

Lideradas por su estrella australiana, el Valencia resistía. Un triple de Salvadores ponía las tablas (33-33, m. 13). Pero esa fue la única canasta de una jugadora con tanto potencial anotador como el de escolta ovetense. Ayer en ataque las de Rubén Burgos no consiguieron la fluidez colectiva que tantas veces a lo largo de la temporada les ha valido para encontrar a las pívots en la zona. Un objetivo con el que las de Salamanca sí cumplieron para hacer efectivo un reparto coral de los puntos. En las locales, en cambio, nadie excepto Allen sumó diez o más puntos. Con escasa ayuda -solo algunas canastas de Casas, Gülich o Carrera-, la oceánica mantuvo el pulso al descanso. (46-47, m. 20).

Las dos defensas subieron la intensidad tras la vuelta del descanso, sin embargo, el Valencia estuvo menos acertado en los momentos definitivos. Leti Romero aguantó al equipo mientras las visitantes conseguían desactivar a Allen mientras los árbitros no pitaban nada contra ellas. La anotación descendió alarmantemente en comparación con el frenesí del primer acto (59-59, m. 30). Y el inicio del último cuarto resultó determinante. El 0-7 de inicio de las salmantinas, lideradas en todo momento por Lou Samuelson, quien acabó el duelo con 17 puntos en su haber, cayó como una losa sobre el Valencia Basket. Las pérdidas y la frustración por ver la cercanía de la primera derrota de la temporada en casa se multiplicaron. El cansancio de los diez partidos jugados en apenas 28 días hizo mella a la hora de mover el balón y percutir contra una defensa charra perfectamente organizada a la hora de cerrar la zona. Además, la aportación de Evans, inédita hasta ese momento, puso la puntilla. No hubo manera, las ‘taronja’ acumularon casi cuatro minutos sin anotar hasta el final del encuentro.

Más allá de la derrota, la presencia de 3572 espectadores en las gradas de La Fonteta da fe de la popularidad que está adquiriendo el equipo de Rubén Burgos entre la afición al baloncesto en la ciudad. La entrada fue superior a la vivida hace unos días en el partido del equipo masculino frente a Gran Canaria en la EuroCup y la segunda mejor de la temporada, tras los 3800 asistentes en la final de la SuperCup.

En la sala de prensa, Leti Romero, de las mejores ayer, dio con una de las claves. «Una vez recuperemos a Cris (Ouviña), sin ella nos cuesta un poco», sentenció.