Cerca de 75.000 aficionados tendrán la oportunidad de asistir hoy en directo a una carrera de MotoGP histórica en Cheste, con la retirada de Valentino Rossi después de 26 años en el Mundial. Con las gradas bañadas de amarillo y el número 46 por todas partes, el de Tavullia disputará sus últimas 27 vueltas y lo hará desde una décima posición en parrilla, quién sabe si soñando con algo que parece casi un imposible por lo visto esta temporada, lograr un podio que sería el número 200 de su carrera.
Valentino disfrutó de su última Q2 o lucha por la ‘pole’ en el que será el epílogo a una carrera con nueve campeonatos del mundo. Nada hacía presagiar el viernes, cuando acabó como farolillo rojo, que el piloto del Petronas Yamaha iba a clasificarse directo para la Q2, pero lo hizo al acabar décimo en los terceros entrenamientos libres. ‘Il Dottore’ celebró con un caballito para la galería su pase a la lucha por la ‘pole’.
Álex RIns y Brad Binder lograron añadirse desde la Q1 a los diez más rápidos del fin de semana, los elegidos que pelearon por la pole: Jack Miller, Jorge MArtín, Pecco Bagnaia, Joan Mir, Fabio Quartararo, Takaaki Nakagami, Fabio Morbidelli, JOhann Zarco, Aleix Espargaró y el propio Valentino Rossi.
El de Tavullia fue mejorando, undécimo primero, luego décimo, y llegó a colocarse séptimo a tres minutos para el final, cuando Jack Miller, el más rápido el viernes, todavía ocupaba la primera posición. SIn embargo, una caída de Bagnaia a 1:30 del final en la curva Doohan cortó el intento de vuelta buena de varios, entre ellos el de Tavullia. Y luego otra caída de Jack Miller, justo cuando Jorge Martín, que pelea por ser el rookie del año, acababa de batir el tiempo del australiano, acabó por precipitar el final de la sesión, pues nadie pudo mejorar sus tiempos.
Jorge Martín logró su cuarta pole, la 25ª de su carrera, con un crono de 1:29.936. En la primera fila le acompañarán Pecco Bagnaia y Jack Miller. Joan Mir, Johann Zarco y Álex Rins saldrán desde la segunda fila. Por delante de Rossi, en la tercera, estarán Brad Binder, el campeón del mundo Fabio Quartararo, y Takaaki Nakagami. En la décima por detrás de Valentino, que aprovechó la rueda de Bagnaia, estarán Fabio Morbidelli y Aleix Espargaró. Cinco Ducati entre las cuatro primeras posiciones.
Por su parte, el valenciano Iker Lecuona, que se despide tras dos años en MotoGP y 30 grandes premios (55 sumados los de Moto2) disputados con el de este fin de semana, para dar el salto al Mundial de Superbikes, partirá decimoquinto en una carrera que no pudo disputar el pasado año en ninguna de las dos citas en el Ricardo Tormo debido al Covid-19.
Quien no sabe aún si podrá compartir parrilla con Valentino Rossi en la última carrera de su vida es Pol Espargaró, ya que aunque el catalán tuvo que ser trasladado con fuertes hematomas al Hospital 9 de Octubre de Valencia para una posterior revisión tras una fuerte caída en la curva 13, no está descartada del todo su presencia en la última carrera de año. «Esta noche descansaremos, tomaremos analgésicos y veremos cuál es la situación por la mañana», señaló anoche Pol, consciente de que sin Marc Márquez por sus problemas de visión, el equipo Repsol Honda se podría quedar sin pilotos en carrera.
Vecinos de Cheste y propietarios de locales de ocio han alertado de las aglomeraciones de moteros y los botellones que han tenido lugar durante las noches previas al Gran Premio de la Comunitat Valenciana de Moto GP: «Tuvimos una reunión con el ayuntamiento, la Guardia Civil y la Policía Autonómica para aplicar el control del protocolo sanitario que la conselleria había establecido para estos días», han asegurado a Levante-EMV los vecinos molestos.
La queja viene motivada después de que la conselleria de Sanidad propusiera la medida de no autorizar la celebración de fiestas, discomóviles o eventos similares y prohibir la instalación de barras por parte de los bares y establecimientos de restauración, que deberán cerrar a la 1.30 horas. Esto es que Sanidad ha aplicado en Cheste el «modelo Fallas» para evitar aglomeraciones durante el Gran Premio. Es decir, los restaurantes solo pueden atender a los comensales que tengan mesa asignada, con el fin de evitar el botellón en la vía pública.
Pero estas noches atrás, la calle Chiva, la Avenida Castilla o la Plaza León del municipio de la comarca de la Hoya de Buñol eran un reguero de gente como si la pandemia del coronavirus no existiese. La gente va sin mascarilla ni distancia de seguridad y la mayoría de ellos está bebiendo, como atestiguan las imágenes y los vídeos.
Sin embargo, el Ayuntamiento de Cheste también ha ampliado las terrazas de los bares durante este fin de semana para compensar las pérdidas que los hosteleros atisban. Sus ganancias, según explican los hosteleros, están en el alcohol y no en el servicio de la comida. Y algunos de ellos no han querido abrir este fin de semana porque, con estas medidas, prevén más gastos que ganancias. A pesar de ello, la fiesta sigue. Y esta noche se espera mucha más.
