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Alberto Ginés: "Algunos creen que los deportistas no podemos tener ideales"

Alberto Ginés, oro en escalada en Tokio2020, en el CAR de Sant Cugat donde reside.

¿La medalla de oro de Tokio le ha cambiado la vida? 

El 5 agosto será una fecha que recordaré porque gané una medalla de oro y por mucho que haga en París, la primera siempre será especial. Mi vida ha cambiado un montón a nivel mediático. Hay gente en la calle que me reconoce. Pero también sé que si en París no consigo una medalla algunos lo verán como un fracaso.

Pero fue a Tokio con un objetivo diferente a proclamarse campeón olímpico. 

El objetivo era París 2024. En el Preolímpico, al clasificarme, me dije ‘ya estoy contento’ y en Tokio ‘hay que intentar llegar a la final’. Luego, ‘ahora voy a luchar por las medallas’. Y, después, mira lo que ocurrió.  

A los 15 años deja Cáceres, la familia y se viene a Sant Cugat.

 Mis padres sabían que a mi me gustaba escalar y siempre me dijeron que harían todo lo posible para que yo pudiera entrenar en condiciones. Llegaron a recorrer 1.200 kilómetros en un fin de semana para que yo pudiera escalar. Así, que al venirme al CAR de Sant Cugat mi madre lo pasó fatal porque era un hijo que se iba a 800 kilómetros y no al pueblo de al lado. A mi también se me hizo muy duro. Era muy introvertido y no tenía ningún amigo. 

¿Ahora ya lo lleva mejor? 

Al venirme aquí solo conocía a mi entrenador y a sus hijos. En el CAR no había ningún otro escalador.Luego ya me empecé a relacionar y a hacer amigos. Ahora ya no me quiero ir. Aquí tengo a mi segunda familia.  

¿Y los estudios?

 Voy a la escuela que hay en el CAR donde me saqué el primero de bachillerato. El segundo curso ya me pilló con la pandemia y solo pude estudiar cinco asignaturas con la previsión de terminarlas en 2021 tras los Juegos, que luego se aplazaron y después de la medalla ha sido un caos. Si antes ya me costaba gestionarlo todo ahora hay que añadir otro inconveniente a los estudios con todos los actos a los que he ido tras conseguir la medalla. No soy muy organizado y me cuesta cuadrarlo todo. Suerte a que ya tengo un equipo de comunicación que me ayuda con las gestiones.

¿Hay pocos rocódromos en España? Solo usted puede lograr que se construyan más. 

Hay rocódromos pero no están enfocados al alto rendimiento sino a nivel comercial a los que están empezando, a familias que van el fin de semana. Los que competimos no somos su negocio. Lo que hay que lograr es que el CAR y otros centros de alto rendimientos tengan sus rocódromos para que los escaladores podamos entrenar. 

¿Son muchas horas de escalada cada día? 

Dos o tres. No podemos estar 12 horas entrenando porque tenemos un handicap muy importante con la piel. Hay un momento en que las manos te duelen mucho y hasta sangras y entonces no rindes mucho porque salen ampollas. Aquí entreno en Gavà. Tardo una hora en coche desde Sant Cugat.

Antes casi se le conocía más por su actividad en las redes sociales. 

Uno de los problemas que tenemos los deportistas es que se nos ve como una figura que estamos para entretener al público y algunos creen que no podemos tener nuestros ideales y mojarnos en temas de actualidad. Y no solo de política. A mi y a otros deportistas que nos mojamos en estos temas simplemente por el hecho de hablar de racismo, machismo y homofobia, ya se nos tacha de que tenemos cierta ideología y que somos de una manera. Al final todos somos seres humanos, que pensamos y que debemos tener nuestra ideología como cualquier otro porque somos personas normales. 

Ha recibido amenazas por criticar a Vox.

Lo he dicho en más entrevistas. Creo que esta formación trata temas que no deberían tocarse y que al final son cuestiones de derechos humanos: como el matrimonio homosexual, etcétera. Son derechos que hay que tener sí o sí y que no deben debatirse. Por hablar de ello me han llegado a amenazar de muerte y eso es un gran problema en este sentido. En Twitter escribo lo que pienso.

¿No va a cambiar? 

Al final gozo de cierta influencia en personas mas jóvenes y si tengo un altavoz debo intentar utilizarlo para educar o transmitir ideas que creo que son positivas. 

Puestos a reivindicar. ¿No es que sea muy rápido viajar desde Barcelona a Cáceres?

 En eso estamos todos los extremeños. Hay un aeropuerto en Badajoz y solo dos vuelos desde Barcelona a la semana, que además son caros. Si te vas en tren tardas ocho horas. Ese es el problema por el que no voy mucho a Cáceres. Ojalá hubiese un AVE para poder llegar tras cuatro o cinco horas. Por eso no puede ir allí solo para un fin de semana. Y, además, en Extremadura no hay rocódromos.  

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