Joan Peñarroya regresó a La Fonteta después de superar la cuarentena por el virus, y lo hizo para dirigir desde el banquillo al equipo a una victoria reconfortante frente al Monbus Obradoiro (91-71). El partido, correspondiente a la jornada 13 de la Liga Endesa, aplazada por el brote de Covid-19 que vivió el conjunto ‘taronja’, tuvo dos partes diferenciadas. En la primera, los gallegos sorprendieron a un equipo local que evocaba al de las dos anteriores derrotas. En la segunda, en cambio, los valencianos reaccionaron desde el compromiso y el juego colectivo minando la moral de su adversario.

El Valencia Basket se llevó un triunfo por 20 puntos de diferencia gracias a una excelente segunda parte, en la que el parcial fue de 59-33. Klemen Prepelic sobresalió en la anotación (20 puntos), también Bojan Dubljevic (16), si bien la personalidad y el carácter de Xabier López-Arostegui (15) a lo largo de los 40 minutos merecen mención especial. El alero vasco lideró un triunfo que devuelve a los ‘soldados de Peñarroya’ a una de las ocho plazas que dan derecho al final de la primera vuelta a jugar la Copa del Rey. Ahora, los de La Fonteta son sextos con ocho victorias en 14 partidos. A falta de tres, incluso, hay opciones de alcanzar un puesto como cabeza de serie.

En la primera parte, el Valencia Basket arrastró alguna de las rémoras de las últimas derrotas. Durante el primer cuarto, el Monbus Obradoiro aprovechó sus errores para sacar tajada de la mayor energía con la que se conectó al duelo. Los gallegos abrieron una pequeña brecha de seis puntos con el segundo triple del canadiense Scrubb (8-14, min. 5). Peñarroya se vio obligado a mover el banquillo, desde donde entró en la cancha el mejor hombre de los locales en el primer tiempo, Xabier López-Arostegui. El 100 % de acierto del vasco dejó el parcial a los diez minutos en 18-24.

La puntuación bajó en el segundo cuarto. El Valencia BC tardó cerca de cuatro minutos en ver canasta. Lo hizo Bojan Dubljevic (20-27, min. 14). Una pérdida tras una falta de entendimiento entre Prepelic y Lebeyrie provocó el segundo tiempo muerto. En ese momento Peñarroya reclamó más agresividad a los suyos. «¡Chicos, estamos con cero faltas!». El catalán, además, pedía sobre la pizarra soluciones ofensivas más allá de los lanzamientos de tres. En los dos primeros cuartos, el equipo se estrelló con una pobre estadística desde el perímetro, solo dos de 11. La aparición de Jasiel Rivero ofreció parte de la intensidad y rebote que el técnico echaba en falta. Los ‘taronja’ lograron mitigar las pérdidas, condición básica para que el duelo se volviera más igualado (32-38, min. 20).

A los dos minutos de la reanudación, los de Moncho Fernández cosechaban su máxima renta, 12 puntos con el acierto de Scrubb y Hobbs. Sin embargo, la aportación de Klemen Prepelic redujo a la mitad el botín que tenían los compostelanos gracias a sus siete puntos consecutivos (38-43, m. 23). A partir de aquí el partido dio un vuelco con un Valencia BC más despierto, más agresivo, más rápido y más dinámico. Los de Peñarroya encontraron el premio justo a su mayor actividad defensiva multiplicando las manos encima de los rivales y, por ende, los robos de balón. Con 47-48, a tres para el final del cuarto, Moncho Fernández tuvo que parar el partido. Pradilla puso por primera vez al equipo por delante desde el 9-8 del primer acto merced a dos tiros libres (49-48, m. 28).

Y ‘Dubi’ dijo: ‘aquí estoy yo’

El tercer cuarto fue el momento en el que el capitán, Bojan Dubljevic, dijo ‘aquí estoy yo’. El montenegrino selló un parcial de 10-0, roto solo por Filipovity desde el tiro libre (51-50, min. 28). La Fonteta disfrutó en los instantes finales del cuarto, momento en el que apludió la entrada al campo de un excapitán como Albert Oliver. Mientras tanto, el equipo aprovechó cada segundo para hurgar en la herida de los gallegos presionado a toda cancha. Ahora los que perdieron balones y parte de los papeles fueron los visitantes. Una penetración decidida del jugador más regular, López-Arostegui, cerró el tercer parcial con nueve arriba (59-51, min. 30).

Buena parte del trabajo estaba hecha, pero el Valencia no se relajó. Continuó por la buena línea de la segunda parte. La consistencia del equipo desquició a su rival, restándole comodidad y eficacia en los tiros. Prepelic dinamitó el choque con ese recurso del que ayer nadie abusó, el triple. Las tres ‘bombas’ del esloveno colocaron la distancia en 22 puntos (83-61, min. 36). Poca historia quedaba a un partido con el que los valencianos rompieron la racha de derrotas poscovid, Breogán y Olimpija.