Enhorabuena por su gran año, Paula. ¿Imaginaba que sería tan intenso y lleno de éxito?

¡Uf! La verdad, no. Sabía que iba a ser bueno, pero no me esperaba conseguir lo que he conseguido. Ha sido un año espectacular en el que todo ha venido muy rápido. Estoy muy contenta por lo que he vivido en estos meses.

Si le hago elegir... ¿Cuáles serían los tres momentos de oro, plata y bronce para usted en este 2021 que pronto acaba?

Elijo primero, sin duda, el título de Indian Wells; luego, Madrid porque fue mi primer Masters 1000 llegando tan lejos, a semifinales, y jugando en casa. Fue un torneo muy especial en el que empecé como 70 del mundo. Diría que fue el momento en el que hice el cambio de clic. Y, por último, me quedo con Roland Garros, donde hice mis primeros cuartos de final en un Grand Slam.

Cuando era una niña, ¿con qué Grand Slam que se le caía la baba pensando: «Esta copa yo la tengo que levantar»?

Por tradición, por cercanía, por jugar en tierra batida... Roland Garros. Para mí siempre ha sido muy especial, encima gané Roland Garros Júnior.

De nuevo se le ve entrenándose en València, ¿tiene un ‘feeling’ especial con el lugar?

¡Totalmente! Me vine la primera vez con 14 años, era el principio de una carrera. Yo no sabía cómo me iría todo, de un día para otro decidimos venir aquí para dar un paso hacia delante en busca de ser profesional. En València siempre ha habido mucha tradición de tenis, muchísimos jugadores, un gran nivel, muchas academias... Entonces, pensamos que aquí era la mejor opción. Ahora, casi diez años más tarde, he vuelto. Sí, aquí tengo una conexión especial.

¿Le gusta comer bien? ¿La alimentación de un tenista supone grandes sacrificios?

Sí, sinceramente sí. Mira, es algo de lo no se habla demasiado, pero la alimentación es una parte muy importante para nosotros. Para recuperar sin complicaciones, para estar bien físicamente... Hay muchísimas cosas que entran dentro de la alimentación que, al final, para mí configuran un estilo de vida. Tienes que hacer muchos esfuerzos. Por ejemplo, en mi caso, a mí me encanta comer, me fascina el chocolate, me comería muchas más paellas... Y una se tiene que retener porque no es lo que toca. De vez en cuando lo como, como cuando necesitas desconectar y vivir tus momentos, pero la alimentación del deportista es un estilo de vida que conlleva hacer sacrificios.

¿Qué le aporta su entrenador, Jorge García, o qué le ha aportado porque no es la primera vez que se entrena con él?Con Jorge nunca he cortado la relación, hablábamos incluso cuando no éramos entrenador-jugadora. Él me ha aportado muchísimo: Equilibrio, estabilidad desde bien pequeña, y ahora aún más porque estoy mucho más expuesta, vivo momentos de presión. En este contexto, el tener esa seguridad y apoyo incondicional para mí es muy importante.En fútbol se dice que los entrenadores hacen a sus equipos más ofensivos u ofensivos.

Ocurre también. Hay una parte muy táctica y, en mi caso, intento ser una jugadora bastante completa, aunque creo que soy muy agresiva en la pista. Jorge me ayuda a controlar sin dejar de ser agresiva. La parte técnico-táctica entra muchísimo en juego en el tenis. Aparte, hablamos tanto de lo mental porque se entrena muchas horas, pero en el momento de la verdad, de la competición, una está sola. Ahí es donde viene la parte más compleja.

¿Qué significado tiene el gesto al que nos ha acostumbrado de llevarse el dedo índice a la sien?

Es eso, que soy una jugadora más fuerte de cabeza, también recordar un poco todos los procesos y etapas que he vivido hasta llegar a donde estoy ahora mismo, que han sido difíciles, duros. Y porque el tenis es un deporte muy mental, a veces estás solo, y se me junta todo lo que he pasado, que me siento ahora muy fuerte, pero a la vez que esto sigue siendo algo muy psicológico y me gusta recalcarlo sobre la pista.

Volvamos a la Paula niña. ¿Quiénes eran sus ídolos?

Maria Sharápova y Rafa Nadal. Por lo mismo, mentalmente me han parecido de lo mejor que ha existido en el tenis. Dos ejemplos en ese aspecto, nunca se han dado por vencidos mostrando una capacidad de lucha y de sufrimiento increíbles; razón por la que los he admirado tanto.

Hablando de Rafa Nadal, no sé si leyó las palabras de ‘Sasha’ Zverev en las que casi lo ‘jubila’ junto a Federer... ¿Qué opina, a Rafa le queda todavía un último arreón?

La leí. Yo creo que habla basándose en los resultados, dice que en este año Djokovic, Medvedev y él han ganado más torneos. Es así, pero tampoco estaban Rafa y Roger. Al final, tenemos que aceptar una realidad, que están mayores y que algún día va a acabar. No van a estar para siempre. Es una pena porque le han dado tantísimo al tenis y han sido la inspiración de cualquiera. Pero no se sabe nunca si Rafa está acabado. Recuerdo que hace cinco años, ocho y diez ya decían lo mismo y siempre se ha ido superando. Es un fuera de serie y nunca lo puedes dar por acabado. Es el mejor de la historia, ya no solo del tenis sino del deporte en general. Si este año gana Roland Garros, no me sorprendería... ojalá que podamos seguir disfrutando más de Rafa Nadal.

¿Por qué ahora no existe una dominadora como ellos en circuito femenino?

En el tenis masculino pasaría lo mismo que en el femenino, lo que pasa es que han salido tres fueras de serie que marcan una diferencia abismal en comparación con los otros. En su momento, sí sucedió con Serena Williams. Pero es que esta gente son genios, hay un 0,01 % que sale así, jugadores que marcan la historia, una época. Cuando ellos tres lo dejen, el circuito masculino será parecido al de las mujeres de hoy en día, habrá más igualdad general, más sorpresas. Lo normal, porque ellos no son normales (sonríe), son alucinantes. No hay que imitarlos, no se puede. Hoy en el tenis femenino no hay una extraterrestre, aunque sí pienso que el nivel en el top 50, el top 100, ha subido muchísimo. Es un circuito atractivo, con una calidad elevada, donde cualquiera puede ganar a cualquiera.