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Fútbol femenino

Tetyana Kytayeva, de Ucrania a jugar en Lleida: "Que este terrorismo ruso, esta guerra, termine ya"

La centrocampista ficha por el AEM Lleida con la ayuda del seleccionador ucraniano, Lluís Cortés

Tetyana Kytayeva, en el campo del AEM Lleida, su nuevo equipo.

Tetyana Kytayeva es muy culé y la semana pasada cumplió uno de sus sueños: visitar el Camp Nou. Pero fue una sensación agridulce. Esta futbolista ucraniana visitó el templo azulgrana y vio un partido del Barça de básquet en el Palau pocas horas después de haber llegado a Barcelona huyendo de la guerra en su Ucrania natal. A sus 26 años había pasado media vida en el mismo equipo, el Zhytlobud-2 Kharkiv, y no se imaginaba defendiendo otra camiseta. Pero, al ver que la invasión rusa no remite, aceptó la oferta del seleccionador ucraniano, Lluís Cortés. Desde la semana pasada ha estado viviendo en Balaguer en la masia familiar del extécnico del Barça femenino, antes de ser este miércoles presentada con su nuevo equipo, el AEM Lleida, de la segunda división española.

"No he elegido dejar Ucrania y jugar en otro país. Si estuviera la situación normal, estaría en mi país. Si la guerra se detiene, volveré a mi país para ayudar a mi equipo, a mi país y mi gente", comenta. Después de conquistar la Turkish Cup, primer título para la selección femenina ucraniana en 30 años, regresaba en tren a Kharkiv cuando recibió una llamada. "Un amigo me llamó a las cinco de la mañana para decirme que la guerra había empezado. Fui a recoger mis cosas lo más rápido que pude y me fui". Apenas tuvo unos minutos para recoger sus enseres en Kharkiv, una de la primeras cuatro ciudades atacadas por las tropas rusas, y poner rumbo al oeste a casa de una amiga.

Cortés, que vivió también una odisea para salir del país, se había ofrecido a intentar sacar del país a las internacionales que quisieran. "Al principio de la guerra me puse a disposición de ellas para ayudar a las que estaban en el país a buscarles equipo para que pudieran tener dinero y ayudar a sus familias", relata el técnico. "En principio ninguna de ellas quería marcharse, porque pensaban que el conflicto duraría poco y podrían volver a jugar en su equipo en unas semanas. Pero al ver que iba empeorando y sus compañeras iban encontrando opciones de futuro fueron aceptando".

El AEM Lleida le había ofrecido a Cortés la posibilidad de ayudar a alguna internacional ucraniana. "Me habían dicho que querían echar una mano y fichar, si pudiera ser, a una centrocampista". Precisamente la posición que ocupa Tetyana. "Es muy trabajadora, una centrocampista de perfil más defensivo, recuperadora. Compensa su poca envergadura siendo muy dinámica e intensa en todas las acciones", analiza el seleccionador. Con la ayuda de la UEFA organizaron la salida por carretera, nueve horas hasta poder llegar a Varsovia, desde donde cogió el jueves pasado un vuelo hasta Barcelona.

La primera noche la pasó en un hotel y desde entonces vive en casa de su seleccionador en Balaguer, hasta que se puede instalar en uno de los pisos que el AEM Lleida tiene para sus jugadoras. A la espera de ser presentada este miércoles, entrena con Jordi, el hermano de Cortés, y su "segundo entrenador", como dice con una tímida sonrisa. Al principio, explica, estaba muy nerviosa y le costaba dormir pero poco a poco se ha ido adaptando a su nueva normalidad: alimentación saludable y pautada, entrenar, dormir. Lo mismo que hacía hasta hace un mes, pero en un país y un idioma distinto.

Solo una jugadora sigue en el país

Lo peor para ella ha pasado, aunque sigue con la mente puesta en su país. "Cada día pienso en la guerra, en mis amigos, en esta situación. Quiero que esto termine. Cada día pienso, que pare, que pare, que pare esto". Habla a diario a través de Whatsapp con los suyos y muestra especial preocupación por uno de sus amigos que está combatiendo en el frente de Kiev.

"Yo no puedo luchar pero puedo ayudar contando lo que pasa en mi país", apunta Tetyana. "Los países occidentales ayudan mucho, nos dan mucho apoyo. Pero si cerraran el cielo sobre Ucrania nos ayudaría mucho porque Rusia están bombardeando todo el día en Kharkhiv, en Kiev, en todo el país... Les doy un gran gracias, pero si cerraran el cielo sería lo mejor. Deseo que este terrorismo ruso, esta guerra, termine ya. Cada día deseo eso".

En la actualidad, solo una de sus compañeras de selección sigue en el país: la portera Iryna Sanina ha cambiado las redes de las porterías por las redes de camuflaje que teje para el ejército.

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