La maravillosa travesía del Villarreal por la Champions se acerca a su fin. Si una actuación sobrenatural no lo remedia en el estadio de La Cerámica el próximo martes, el equipo de Unai Emery caerá en las semifinales. Como ocurrió en 2006. Si entonces se cruzó en su camino el Arsenal con aquel macabro penalti errado por Riquelme, en esta ocasión el verdugo también llega desde Inglaterra. El poderoso Liverpool de Jurgen Klopp no falló en Anfield(2-0) y apunta a la final de París del 28 de mayo. 

Poco se puede objetar a la victoria de los reds, tan desatados como en las últimas citas. El Liverpool es un equipo temible, atractivo y demoledor. Quizá no tiene el control del City ni el espíritu del Madrid, pero su talento y verticalidad le convierte en una apisonadora. Cuando está on fire, es absolutamente imparable. Bien lo sabe el Barça, que sufrió en Anfield una dolorosa debacle, aquel 4-0 del 7 de mayo de 2019 que dejó sin final al conjunto de Messi. 

Sin Gerard Moreno

No se llevó un póquer el Villarreal, pero pudo ocurrir perfectamente. Era el desafío más difícil para el submarino amarillo, que encalló en Anfield. Después de tumbar a los grandes clásicos de Italia y Alemania, como la Juventus y el Bayern, la empresa con el gigante inglés suponía un reto mayúsculo. Klopp no repitió los errores de Allegri y Nagelsmann, que menospreciaron a su rival y acabaron en la cuneta. El técnico germano mantuvo el mismo nivel de intensidad en su equipo que de costumbre. 

Con 3.000 hinchas amarillos en las gradas, el Villarreal sucumbió tras resistir en el primer tiempo. Sin Gerard Moreno, que ni siquiera se sentó en el banquillo, el técnico vasco apostó por un 4-4-2 con Capoué y Coquelin aportando músculo en el centro del campo y Lo Celso ubicado en la banda derecha, dejando la creación para Parejo, el hombre de la pausa y algún que otro pase al borde del infarto. Chukwueze, el extremo que aniquiló al Bayern en cuartos, fue premiado con la titularidad en el ataque junto a Danjuma

Con un planteamiento similar al utilizado en Turín y Múnich, Emery apostó por otro ejercicio de supervivencia ante un rival inspirado. Pronto se vio que los reds llevarían el peso del choque, con Luis Diaz de francotirador, dispuesto a poner a prueba a Rulli desde cualquier ubicación. Un disparo del colombiano, que costó 45 millones de euros este enero, fue el primer aviso local (m. 13). Luego llegarían los intentos de Henderson, Salah y Mané, que estuvo a punto de inaugurar el marcador con un disparo desviado por Albiol.

Aguantó con entereza y un orden supremo el Villarreal en un primer tiempo finiquitado con un misil de Thiago al palo (m. 42). El exazulgrana completó un magnífico encuentro. Así se alcanzó el descanso, con un 63% de posesión y 13 remates del Liverpool por un solo intento del submarino amarillo, convenientemente agazapado en busca de una gran oportunidad que nunca llegaría.

Error de Rulli

Lo que sí llegaron fueron los goles locales, el primero con cierta dosis de fortuna en un centro de Henderson desviado por Estupiñán que se zampó Rulli. Abierto el melón, tocaba sufrir para evitar una hecatombe. Mané firmó el segundo tras un pase de Salah. En tres minutos se vino abajo el entramado visitante y pudo ser mucho peor.

Un gol anulado a Robertson y diversas ocasiones de Van Dijk, Luis Diaz y pudieron certificar una goleada irreversible para un Villarreal que ni siquiera tiró a puerta. El equipo amarillo, asfixiado en Anfield, buscará una remontada casi imposible en casa.

Ficha técnica:

2 - Liverpool: Alisson; Alexander-Arnold (Gomez, m.81), Konaté, Van Dijk, Robertson; Thiago, Fabinho, Henderson (Kieta, m.72); Salah, Mané (Jota, m.72) y Díaz (Origi, m.80).

0 - Villarreal: Rulli; Foyth, Albiol, Torres, Estupiñán (Trigueros, m.72); Capoué, Parejo (Aurier, m.72), Coquelin (Pedraza, m.57), Lo Celso; Danjuma (Alcácer, m.86) y Chukwueze (Dia, m.72).

Goles: 1-0, m.53: Estupiñán, en propia meta. 2-0, m.55: Mané.

Árbitro: Szymon Marciniak (POL). Amonestó a Van Dijk (m.32) por parte de los locales y Estupiñán (m.47) y Lo Celso (m.62) por parte de los visitantes.

Incidencias: Partido de ida de semifinales de la Liga de Campeones disputado en el estadio Anfield ante unos 53.000 espectadores.