En la Liga que acaba de finalizar hubo más expulsiones por conductas violentas, más amarillas por protestar y se incrementaron los tiempos de descuentos para castigar las pérdidas de tiempo. Todos esos parámetros han aumentado con respecto a la temporada pasada, según los datos facilitados por el Comité Técnico de Árbitros (CTA). Los árbitros, en fin, se han puesto duros. Y prometen seguir por esa senda.

"El balance que hacemos es bueno. ¿Excelente? No, pero bueno sí. Y en particular, el de las últimas cinco o seis jornadas, creemos que es extraordinario", ha defendido Luis Medina Cantalejo, quien mediada la temporada sustituyó a Carlos Velasco Carballo como presidente de los árbitros españoles y que ha ofrecido este martes el ya habitual repaso a la actuación del colectivo durante la Liga que terminó el pasado domingo.

Uno de los aspectos de mayor incidencia ha sido la ampliación de los tiempos de descuento. En su última comparecencia, Medina hizo autocrítica y reconoció que los árbitros debían estar más vigilantes para que las pérdidas de tiempo voluntarias, incrementando los descuentos anunciados previamente. Ese propósito de enmienda se ha traducido en un aumento significativo del tiempo medio de alargue de los partidos: de 5:49 minutos en la temporada 20/21 a 7:42 en la 21/22.

Castigar con más determinación las acciones que pueden provocar lesiones graves era otra de las tares que se había autoimpuesto el CTA. Y, según los datos facilitados, también han cumplido con ella: de 18 expulsiones por juego brusco-grave o conductas violentas el pasado curso a 26 en este. "Aunque ha habido un par que se quedaron sin castigar, como la que lesionó a Ruiz de Galarreta, y es algo que no puede pasar", ha reconocido Medina.

Acerca de las amarillas por protestas, el CTA se reconoce sorprendido, dado que es muy significativo (de 186 a 250, un tercio más) y se produce tras unos años en los que la implantación del VAR había ido reduciendo las amonestaciones por este motivo. "Habrá alguna exagerada, no digo que no, pero la mayoría son justificadas. Y ese dato no es bueno ni para nosotros ni para el fútbol, esperamos que baje", ha apuntado el jefe de los árbitros.

El efecto del VAR

En el resto de las principales acciones, los datos han sido similares a los de la última temporada. Destacan en el CTA que ha habido 112 goles, entre concedidos y anulados, en los que la incidencia del VAR ha sido directa, lo que implica un 12% del total. Y que los tiempos de intervención han descendido en jugadas sin revisión (de 86 a 76 segundos de media), pero que han aumentado en aquellas en las que el árbitro de campo ha acudido al monitor (de 125 a 132 segundos).

Sobre el eterno debate de las manos, Medina ha reconocido que sigue siendo un caballo de batalla porque "la propia norma es maquiavélica" y porque hay muchas situaciones de "manos grises", en los que la infracción no es evidente.

Uno de los aspectos más sorprendentes de la comparecencia ha sido el reconocimiento implícito de que Mateu Lahoz fue castigado sin arbitrar (lo que se conoce como 'nevera') tras ser captado por las cámaras de televisión diciéndole a Enes Ünal "me debes una". "El árbitro tiene que ser el ejemplo de todo lo que convive a su alrededor y no tiene que ser protagonista de nada, ni dentro ni fuera del campo. La institución está por encima de lo personal", le ha reprochado, sin mencionarle, a quien será el representante del arbitraje español en el Mundial de Catar.