El murciano Carlos Alcaraz Garfia se despidió de Roland Garros 2022 con la cabeza alta tras caer ante un excelso Alexander Zverev, que ganó los dos primeros sets y en la muerte súbita el cuarto sentenció. En un choque que duró 3 horas y 18 minutos (6-4, 6-4, 4-6 y 7-6), el murciano sucumbió después de ofrecer un juego irregular en las mangas iniciales y de venirse arriba en la tercera después de una gran dejada que le permitió lograr su primera rotura de servicio del encuentro. Solo logró dos porque el germano, un gigante de dos metros que es el número tres del mundo y que llegaba con la lección aprendida de la final que perdió ante el pupilo de Juan Carlos Ferrero en la final del Masters de Madrid, estuvo muy seguro con su saque. En cualquier caso, Alcaraz llevó al límite al primer semifinalista el torneo de París.

Primer set

Alcaraz entró en el encuentro con confianza, disponiendo ya de una bola de rotura en el segundo juego que terminó salvando el alemán con un saque directo abierto. Mientras que Zverev ganaba con más comodidad con su saque, al murciano le costaba un poco más y fue perdido el ímpetu del inicio. El peso de unos cuartos de final en un Grand Slam ante un jugador mucho más experimentado la pasó factura. De hecho, en el quinto juego, después de salvar Carlitos dos quiebres, en el tercero no pudo evitarlo (3-2). El tenista español estaba cometiendo errores no forzados (16 por 7 de Zverev en el primer set) y su oponente, ya por delante en el marcador, solo tuvo que asegurar su saque para anotarse el primer punto del partido en 43 minutos.

Segundo set

Se repitió la historia en la segunda manga, en la que con 1-2 tuvo una bola de rotura Alcaraz que no logró confirmar. Pero en el séptimo juego, como ocurrió en el primer set, llegó el quiebre del alemán. Al murciano le faltaba constancia en el juego. Dejaba destellos de su calidad, pero por cuentagotas, y eso lo aprovechaba el pupilo de Sergi Bruguera, quien hace poco más de un mes se convirtió en el entrenador del germano, para dominar con su saque. En un décimo juego interminable, donde Zverev cometió una doble falta y Alcaraz tuvo una bola de break, se resolvió el segundo set en favor del alemán, que desaprovechó las dos primeras oportunidades, pero a la tercera lo consiguió.

Tercer set

Alcaraz estaba contra las cuerdas. Ya no podía permitirse más errores y tenía que recurrir a la épica para remontar a un rival muy sólido con su servicio, que hasta el momento lo había ganado todo con su potente saque. Toda la presión estaba sobre un jugador de solo 19 años de edad que por primera vez jugaba los cuartos de final de Roland Garros en su pista central. Y no falló el murciano, que empezó a encontrar un ritmo más constante, mostrándose más sólido en su juego, sobre todo a partir del sexto juego. En el noveno salvó una bola de quiebre con una gran dejada, y en el siguiente logró su primer ‘break’. El murciano se situó con 15-40 y en la primera, contra dejada marca de la casa, cerró el set en 43 minutos con el puño en alto y el público vibrando y apoyando al número 6 del mundo. Pero lo más importante es que el pupilo de Juan Carlos Ferrero había adquirido la confianza suficiente como para creer en la victoria.

Cuarto set

Alcaraz llevó al límite a Zverev, pero pagó con la derrota esos dos primeros sets en los que no estuvo en su línea de juego habitual. El partido era para valientes y ambos jugadores lo fueron. En el noveno juego llegó la primera situación crítica. El alemán dispuso de dos bolas de quiebre y en la segunda cometió una doble falta el murciano que dio una ligera ventaja a su rival (5-4). Pero en el siguiente juego enmendó su error el murciano, que tuvo tres oportunidades para empatar de nuevo en la segunda lo logró. La manga se fue a la muerte súbita, donde las roturas de saque fueron casi una constante entre ambos. Alcaraz tuvo una bola de set con 5-6 pero su golpe de derecha se quedó en la red.

A partir de ese instante fue el gigante germano el que tuvo dos oportunidades de cerrar el partido. En la primera se le quedó en la red la bola, pero en la segunda, con un gran resto al servicio del murciano, lo cerró (9-7), acabándose así la aventura en Roland Garros 2022 del murciano, quien se marchó de la pista ovacionado y lanzando besos a un público totalmente entregado al desparpajo del murciano.