La oferta del Barcelona a Nikola Kalinic ha irrumpido en medio de la planificación deportiva con la que el Valencia Basket trata de remodelar su plantilla para la temporada 22/23, un curso en el que el equipo de la Fonteta volverá a competir en la Euroliga, máxima competición europea de clubes. La entidad ‘taronja’, como poseedora de los derechos acb del alero serbio, debe decidir si hace efectivo el tanteo e iguala la propuesta de dos 2,6 millones en dos años. El margen de maniobra termina dentro de cuatro días hábiles, el próximo viernes a las 23:59 horas. Mientras tanto, otras situaciones de mercado han quedado paralizadas y condicionadas en parte a cómo pueda acabar la historia de Kalinic.

En principio, ni en los planes del Valencia Basket ni en los de Nikola Kalinic estaba el volver a unir sus trayectorias tras la salida del de Subotica concluida la campaña 2020/21. Entonces, el jugador de 30 años y 2,03 m alegó sus deseos de jugar la Euroliga, una ambición que el Barcelona le garantiza con un contrato encima de su mesa hasta junio de 2024. Cabe recordar que, mientras el Valencia BC ha recibido una invitación para la edición 22/23 y no tiene segura la forma de volver a la competición al año siguiente, el club catalán es uno de los 11 socios y propietarios de la competición con licencia A.

Más allá de eso, el serbio ha alcanzado un suculento acuerdo económico con el Barcelona y, a día de hoy, su única idea en la cabeza es la de volver a la liga española de blaugrana. Además, según la prensa de su país, cuenta con dos ofertas (AS Monaco y Zenit San Petersburgo) superiores aún a la de los catalanes.

Asimismo, antes de que estallase el caso Kalinic, las necesidades consensuadas entre la dirección deportiva y el nuevo entrenador, Álex Mumbrú, no coincidían exactamente con la posición del internacional serbio. La plantilla anda bien de aleros y se pretende encontrar un ala-pívot físico con capacidad de tiro. Eso sí, pese a que el internacional serbio es más un ‘3’ que puede jugar en el ‘4’, evidentemente, por calidad y rendimiento seguro en Euroliga encajaría en lo deportivo.

Lo que es evidente es que el club valenciano cuenta con el potencial económico necesario para defender sus derechos acb por Kalinic e igualar la propuesta, una circunstancia que bloquearía el fichaje por los barcelonistas, a no ser que se negociase una indemnización para que el Valencia BC finalmente liberase a su exjugador.

De un modo u otro, mientras los valencianos se deciden, otras cuestiones prioritarias se han ralentizado. Por ejemplo, los avances por un nuevo ala-pívot para la plantilla, ya que de igualar la oferta por el serbio siempre habría que dejar abierta una rendija a la posibilidad de que, sin acuerdo entre clubes, Kalinic prefiriese quedarse en España como ‘taronja’ a salir al extranjero o regresar de vuelta a Serbia.

Por otro lado, otro escenario factible, el de recibir una compensación económica cercana al medio millón de euros, permitiría al Valencia Basket reinvertir dicha cantidad en alguno de los fichajes que le quedan pendientes tras la llegada de Chris Jones. Sobre todo, en la urgencia de hacerse con un pívot dominante. Sin ir más lejos, no debe olvidarse que la salida del Gran Canaria del primero de la lista, Khalifa Diop, tiene un coste elevado próximo a los 600 000 euros.