València va a disfrutar esta semana de la gran atracción del tenis mundial, el número uno más joven de la historia, Carlos Alcaraz. Sin tiempo para descansar y tras atender a los compromisos obligados como ganador de US Open, su primer Grand Slam, el murciano de solo 19 años aterrizó ayer, a las 10:25 horas, en el aeropuerto de Manises en un vuelo privado directo desde Nueva York junto a Juan Carlos Ferrero y el resto de su equipo, y con la copa del último ‘major’ del año. En Manises le esperaba David Ferrer, director de la Copa Davis.

El nuevo número 1 del mundo atendió por partida doble a la prensa, expectante primero a su salida por la zona privada del aeropuerto y, poco después, a su llegada al hotel de concentración del equipo español en la Avenida de las Cortes Valencianas. La juventud de Alcaraz y sus deseos de cumplir con la ilusión que ha desatado y de defender a España en la fase de grupos de la Davis Cup pueden con todo... pueden con el cansancio acumulado que sus ojos no podían ocultar, a pesar de haberse podido acostar durante las siete horas y media de vuelo en una de las dos camas del avión privado. El sinfín de muestras de reconocimiento, las horas de viaje y, sobre todo, las interminables batallas en la pista con Sinner o Tiafoe, todo eso había hecho mella. Aun así, sus primeras palabras del pupilo de Ferrero evidenciaron su ambición irrefrenable. «Si he venido a València es para jugar, es porque quiero jugar».

«No sabemos todavía cuando jugaré, acabo de llegar y tengo que instalarme», dijo al ser cuestionado por si estaría este miércoles frente a Serbia. Una incógnita que se desveló más tarde. Alcaraz no se entrenó con el equipo en La Fonteta y se quedó en el hotel para descansar y tratarse con los fisioterapeutas. Hoy no jugará y debutará el viernes contra Canadá (16:00 horas, Movistar +). Ese fue el plan trazado entre el capitán, Sergi Bruguera, y el equipo de Alcaraz, integrado, además de Ferrero, por Albert Molina, agente, Antonio Martínez Cascales, presidente de la Federación Valenciana y fundador de Equelite, Ángel Ruiz Cotorro, médico de la RFET, Juanjo López, médico personal del joven tenista, y el fisioterapeuta Juanjo Moreno.

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Carlos Alcaraz llega a València F. Calabuig

Carlos Alcaraz dejó muy claro es que para él será «un orgullo poder representar a España». En medio del aluvión de preguntas, el ‘Mago’ de El Palmar también se refirió a la conquista de su primer título de Grand Slam tras imponerse en la final del Abierto de Estados Unidos al noruego Casper Ruud. «Es un orgullo estar en el número 1, un sueño. Hay mucho trabajo detrás», aseguró.

Merecida tregua

Por fin en el hotel, el tenista de 19 años, que se entrena a las órdenes de Ferrero en las instalaciones de Equelite en Villena, pudo disfrutar de una merecida tregua de un día. Eso sí, minutos antes, volvió a atender a la prensa destacando su emoción de jugar la Davis en València. «Volver a casa siempre está bien después de tanto tiempo. Es especial además después de conseguir un triunfo. Ganar la Davis con España sería un sueño. Vamos a pelearla...». Con la humildad que ha caracterizado su ascenso a la cima, añadió: «Ahora que he llegado voy asimilando lo que he logrado. Seré el mismo chico de siempre y disfrutando en la pista».

Carlos Alcaraz volverá a participar en la Davis tras su debut el pasado mes de marzo contra el rumano Marius Copil (6-4 y 6-3).