A solo un paso de la gloria. Nadie apostaba por España semanas atrás en la lucha por las medallas y mucho menos como candidata al oro, pero los de Sergio Scariolo han superado cualquier expectativa hasta llegar a la final de hoy, en la que buscarán proclamarse campeones del Eurobasket ante la potente Francia a partir de las 20:30 (en Telecinco).

La plata está asegurada, pero nadie en el equipo español la firma aunque ya sea un éxito, y la posibilidad de volver a reinar en Europa es la auténtica obsesión de un equipo que se ha saltado el lógico proceso de transición en la era post-Gasol, con jóvenes que han dado un paso adelante bajo la tutela de Rudy Fernández, el capitán y uno de los grandes protagonistas del campeonato.

Y entre ellos, el Valencia Basket -que estará jugando en Llíria cuando empiece la final- estará representado por dos jugadores que han tenido un gran peso específico en el equipo: Jaime Pradilla y Xabi López-Arostegui. Habituales en el quinteto inicial de Scariolo, ambos serán los últimos jugadores en unirse a la pretemporada del Valencia Basket, a la que esperan llegar con la medalla de oro en la maleta.

Será la séptima consecutiva de España en un Eurobasket y la novena en las diez últimas ediciones, en una muestra más de que España ha sido la gran dominadora del baloncesto europeo en las dos últimas décadas.

España pugnará por el cuarto oro continental de su historia en la reedición de la final del año 2011. En aquella ocasión la selección liderada por Pau Gasol y Juan Carlos Navarro ganó a la Francia de Tony Parker (98-85). De aquel equipo, solo Rudy (a sus 37 años) sigue en la selección, en la que igualará las 11 medallas que logró Pau Gasol con España.

Un liderazgo que ha compartido el capitán en la pista con el base nacionalizado Lorenzo Brown -fundamental en las victorias contra Lituania (28 puntos y 8 asistencias) y Alemania (29 puntos y 6 asistencias)- y Willy Hernangómez, faro ofensivo en la zona (17,6 puntos y 6,8 rebotes por partido).

Eso sí, en esta España en construcción, el bloque está por encima de las individualidades, con siete debutantes en un torneo de verano de la FIBA, pero que se han adaptado a la filosofía de Scariolo y de ‘La Familia’ a la perfección.

Y es que en España, los doce jugadores suman en la pizarra de Sergio Scariolo, el otro gran artífice del éxito de la selección.

«Estoy dándole vueltas a ver cómo seguimos engañando al personal», dijo bromeando Scariolo tras sellar el pase a la final, que será su quinta en diez campeonatos dirigiendo a la selección. Solo Estados Unidos en los Juegos Olímpicos del 2012 le arrebató el oro, por lo que ha ganado cuatro de las cinco finales que ha dirigido: tres en el Eurobasket (2009, 2011 y 2015) y una en el Mundial (2019).

Ahora llega otra gran prueba de fuego, con una Francia con mucho mayor poderío físico y con Guerschon Yabusele y Rudy Gobert como líderes en la pista. Difícil, pero nada es imposible para los de Scariolo, visto lo visto.

El camino de Francia a la final

Pese a la plácida victoria contra la selección centroeuropea, el camino de los ‘bleus’ hasta la final no ha sido un camino de rosas. Ante Turquía (86-87) en los octavos de final y ante Italia (93-85) en los cuartos necesitó sendas prórrogas para solventar ambos encuentros. A los jugadores que sobresalen en la pizarra de Collet brillan también notables segundas espadas como el alero Terry Tarpey, el escolta Timothe Luwawu-Cabarrot o el pívot Vincent Poirier, además del imprevisible Thomas Heurtel, capaz de cambiar el ritmo de los partidos con su talento exterior y asistencias (7,1 por partido).

Francia ha llegado a la final sin destacar excesivamente en ataque. En este Europeo, promedia 82 puntos por partido. No obstante, en los últimos dos encuentros, ha rebasado los 90 puntos (93 contra Italia y 95 contra Polonia).

Pero la principal arma del equipo galo es la defensa. En los ocho partidos de este Eurobasket ha encajado 75,5 puntos por encuentro. Su superioridad física es su gran baza y el gran peligro para España.