Un renovado Bojan Dubljevic conversa con Superdeporte y Levante-EMV sobre los cambios y las aspiraciones del Valencia BC en una temporada en la que volverá a competir en la elite del baloncesto europeo, la Euroleague 2022/23. El capitán ha moldeado su figura -ha perdido alrededor de 10 kilos- por petición de Álex Mumbrú, quien aboga por un baloncesto dinámico y a la carrera.

Vuelve la acción, la temporada oficial, lo que los deportistas profesionales siempre anhelan con más ansia.

Sí, siempre estamos con esa ilusión de empezar la temporada. La verdad es que la pretemporada es muy dura, pero al final todo llega, y llega lo que todos queremos, los partidos.

En la presentación, finalmente, eligió la canción ‘La Grange’ de ZZ Top.

Sí (ríe), yo siempre escojo una canción que para mí significa mucho. Este año tenía dudas entre dos y, al final, cogí una muy buena. Pero puede ser que la otra sea para más adelante, vamos a ver...

¿Le motiva la música? ¿Le gusta escucharla por las mañanas para activarte?

Sí, mucho. Yo escucho música 24 horas. No paro. Para mí, la música es gasolina, no puedo imaginarme un día sin ella.

Hablemos de otro ‘fan’ de la música rock. ¿Qué tal ha sido el primer contacto con el nuevo entrenador, Álex Mumbrú?

Pues muy bien. Para mí, ha sido un principio duro a la hora de entrar en el equipo porque el grupo ya lleva un mes trabajando unido. Necesitaba revisar los sistemas y la forma de juego, que es más rápido. Ahora, ya tenemos a Xabi (López-Arostegui) y ‘Pradi’, podemos entrenar todo el equipo junto. Nos va a beneficiar poder empezar prácticamente con todos la temporada.

Se está hablando mucho de que el Valencia Basket va a ser más físico y dinámico que en años anteriores, ¿cuál es la visión del capitán sobre lo que podemos esperar del Valencia BC de Mumbrú?

Este año hemos cambiado más. Es verdad que la plantilla es más física, va a ser clave en nuestro juego. Vamos a intentar correr, ser más duros en los dos lados de la pista. Creo que es una muy buena táctica para el tipo de jugadores que tenemos en el equipo, y con los que nos hemos reforzado.

¿Qué supone volver a jugar la Euroliga?

Los jugadores de baloncesto siempre tenemos muchas ganas de estar en esta competición. Es la mejor competición del Continente y todo jugador de Europa quiere jugarla. De momento, es difícil hablar de Euroliga porque hemos sido un equipo que ha alternado Euroliga y EuroCup. Lo que deseamos, de verdad, es quedarnos en la Euroleague mucho tiempo, consolidarnos en esa élite. Y, en unos años, intentar ganar este trofeo, el más importante del baloncesto europeo. Sinceramente, es lo que va con este club. Tenemos L’Alqueria del Basket, tendremos un nuevo Arena... Es evidente que el club hace todo lo que está en su mano para ser un proyecto de Euroliga durante muchos años.

Debe sentirse un valenciano más. Esta será la undécima temporada de Bojan Dubljevic en el Valencia Basket.

Sí, sumar 11 años aquí es algo increíble. El día en el que vine no podía ni imaginarme que me quedaría aquí 11 años. Siempre digo que siento mucho orgulloso por haber hecho una carrera en este club... Solo puedo tener palabras positivas para el Valencia.

En junio de 2023 finaliza su contrato. Sus palabras desprender que le gustaría poder renovar y quedarse bastante más tiempo en València.

Yo diría que mi meta es quedarme otros diez años más (ríe), pero todo no depende solo del jugador, sino de lesiones, de la suerte, de muchas cosas...

Con sinceridad, ¿durante más de una década aquí tuvo alguna vez la opción de marcharse a la NBA?

La verdad es que tuve muchas llamadas para jugar la ‘Summer League’. El problema es que cada año tienes casi 80 partidos, la selección en los veranos, y hay muy poco tiempo entre la temporada, el equipo nacional y la siguiente temporada. Es duro irse a jugar en verano allí cuando estás un año entero sin parar, sin descanso... Luego vienen lesiones y demás complicaciones. No tuve ninguna oferta directa para ir, fichar y jugar; sino para ir a probar, pero siempre dije que no, eso no es para mí.

¿Se siente muy europeo?

Sí, a mí me gusta más el baloncesto europeo que el americano. Allí casi todo es físico, aquí hay más táctica y movimiento, pases de balón... Desde pequeño siempre miré por la televisión la Euroliga, nunca la NBA. Eso es lo que hay (sonríe).

Hablando de veranos intensos, ¿cómo ha sido la experiencia del Eurobasket?

Bien y mal. En Georgia la organización fue malísima. Habéis visto lo que ha dicho Ergin Ataman (seleccionador de Turquía) con la mala comida, y así fue. Muchos jugadores tuvieron problemas de estómago. Es muy importante la alimentación para entrenarse y jugar de la manera adecuada. Todo lo que no era basket estuvo mal.

Por cierto, uno de los fichajes, Jonah Radebaugh, estuvo a punto de jugar el torneo con Montenegro.

Lo conocí por primera vez este verano, un par de semanas. El plan era que jugase él, pero, como un jugador muy importante para Montenegro, Nikola Ivanovic, se lesionó, necesitamos más un base específico como Kendrick Perry que uno que jugase de 1-2 como Jonah. Por eso se cambió y él no pudo jugar. Jonah es muy buen tío, un chico increíble. No solo él, creo que los cinco nuevos, aparte de muy buenos jugadores, son muy buenos chicos, todos muy físicos.

Se le ve un cambio en lo físico, más delgado...

He hecho muchos cambios en mi cuerpo: delgado, gordo, delgado, gordo... Todos los veranos me entreno mucho, pero este ha habido un cambio en los entrenos y la forma de trabajar. Antes de la pretemporada lo hablé con Álex (Mumbrú). Me pidió que me pusiera en forma corriendo mucho, le dije: ‘vale’. Es lo que entrené estos meses, menos pesas, mucho triatlón (sonríe)... El ‘coach’ es el que manda, y si quiere que corras, lo aceptas. Por eso he perdido mucho peso.