Nadie puede con Berlín, y con la asociación del Maratón de la capital alemana, uno de los majors, con el keniano Eliud Kipchoge. Cuatro años después y en el mismo escenario, el atleta de 37 años destrozó ayer su propio récord del mundo al correr la distancia en 2 horas 1 minuto y 9 segundos, 30 segundos menos que el registro con el que asombró al mundo en 2018. Un año después, Kipchoge corrió incluso en 1:59:40, pero bajo condiciones especiales que impidieron que esa marca fuera homologada. No obstante, el sueño de bajar de las dos horas está cada vez más cerca, mientras se aleja un poco más, o se pone algo más complicado, el reto de otros maratones de acercarse o soñar con batir el récord del mundo.

Es el caso del Maratón Valencia Trinidad Alfonso EDP, que tiene entre sus objetivos ir acercándose con cada edición con posibilidad de batirlo, y que ayer felicitaba al Maratón de Berlín por medio de sus redes sociales. «Enhorabuena Berlín y Kipchoge. ¡Qué fantástico récord del mundo!».

El keniano corrió ayer, de principio a fin, a ritmo de récord del mundo, con paso por la media maratón en 50:51 y un ritmo ya en solitario por debajo del récord, y cerca de bajar de las dos horas.

El Maratón Valencia mantiene su esperanza de batir el 4 de diciembre el récord del mundo femenino, con figuras como Letesenbet Gidey, que hace un año en el Medio Maratón Valencia debutó con plusmarca mundial. Ayer en Berlín se impuso la etíope Tigist Assefa, de 28 años, con la tercera mejor marca femenina de la historia, 2h15:37 horas.