Cuatro de las cinco mejores marcas de toda la historia en maratón las posee Eliud Kipchoge. El keniano volvía a asombrar al mundo el pasado domingo parando el crono en 2:01:09 en el Maratón de Berlín y metiéndole un mordisco de 30 segundos al anterior récord del mundo que él mismo poseía.

Kipchoge da un paso más hacia el gran reto: bajar de las dos horas en los 42,195 m. en un maratón convencional. El keniano ya bajó de los 120 minutos en Viena (1h.59:40) en Viena aunque el récord no fue homologado por el peculiar formato de la prueba.

La nueva plusmarca establecida por el ya indiscutible mejor maratoniano de todos los tiempos vuelve a abrir el debate de si veremos a corto plazo al propio Kipchoge o a otro atleta bajar de las dos horas. Por ahora, el keniano parece el único capaz de enfrentarse a ese reto y salir airoso. ‘Sólo’ le separa un minuto y 10 segundos de ello.

El atleta keniano, cuatro años después de haber logrado el récord del mundo en Berlín en 2018 (2:01:39), rebajó sus propios parciales de paso durante la carrera con unos registros de 14:14 en los 5 km (10 segundos más rápido), 28:23 en 10 km (38 segundos más rápido), 42:33 en 15 km (1 minuto y 5 segundos más rápido), 56:45 en los 20 km (1 minuto y 11 segundos más rápido) y en el medio maratón 59:51 (un minuto y 15 segundos más rápido). Kipchoge, (52 kilos de peso y una altura de 1.67 metros ) cumplirá el próximo 4 de noviembre 38 años. El keniano se acerca a las cuatro décadas de vida pero pese a ello, sigue mejorando marcas y de nuevo en el mismo escenario. Berlín se consagra como la meca de los récords en los 42,195 metros. La pregunta está ahora en el aire: ¿podrá Kigchoge antes de cumplir los 40 o incluso superando esa edad, bajar de las 2 horas? ¿Podrá ganar en París 2024 el que sería su tercer oro olímpico tras los conquistados en Río 2016 y Tokio 2020?. «Fui muy rápido gracias al trabajo en equipo aunque mis piernas y mi cuerpo todavía se sienten jóvenes, pero lo más importante es mi mente, que también se siente fresca y joven», apuntó al terminar de correr en Berlín. Kipchoge parece vivir una segunda juventud y él mismo avisa a los que llevan varios años ‘jubilándole’: hay Eliud para rato.

Una vida sencilla y disciplinada

La humildad, la capacidad de trabajo y la profesionalidad de Eliud Kipchoge son ya sus señas de identidad. El keniano, al contrario que los grandes astros de otros deportes, endiosados, mantiene su disciplina y estilo de vida sencillo. Si una fórmula funciona ¿por qué cambiarla?. Descanso y entrenamiento y en los tiempos muertos, lectura para cultivar la mente. Así transcurre la gran parte de los días de Eliud, allá en su Kenia natal. Se acuesta a las nueve de la noche, duerme ocho horas hasta las cinco de la mañana, descansa con la siesta, bebe unos tres litros de agua diarios, cuida la comida con proporciones nutricionales y se entrena dos veces al día: al amanecer y por la tarde. Y a nivel deportivo elige muy bien las competiciones. No compite en exceso, solo en carreras seleccionadas. De hecho, últimamente sólo comparece en los Majors, una circunstancia que ha impedido de momento que Kipchoge se haya dejado seducir por el Maratón Valencia Trinidad Alfonso pese a la insistencia de Marc Roig, seleccionador internacional de la prueba valenciana y amigo y colaborador personal de Kipchoge. Paco Borao, director de la SD Correcaminos y presidente de la Asociación Mundial de Maratones, era el domingo, uno de los primeros en felicitarle personalmente tras su nueva gesta en Berlín. El nuevo récord de Kipchoge aleja un poco más (o al menos lo dificulta) el reconocido sueño de Juan Roig, mecenas del Maratón de València de ver algún día el récord del mundo en la Ciudad del Running.

Kipchoge es el único del mundo que ha bajado en dos ocasiones de las dos horas y dos minutos (una gesta que sólo ha podico hacer también Kenenisa Bekele (2:01:41). Desde que en 2013 debutó en Maratón (distancia que desde entonces no ha abandonado), Kipchoge se ha enfrentado en quince ocasiones a la distancia de Filípides con un espectacular balance de 13 victorias. Su octava plaza en el Maratón de Londres 2020 hizo despertar las alarmas. Sólo fue un tímido recuerdo de que Eliud es humano aunque a veces parezca extraterrestre.