Regresaba el Atlético al Metropolitano después del batacazo en Brujas, donde los de Simeone dejaron una imagen preocupante por su falta de indolencia. Mal que el Cholo diagnosticó acertadamente y eso se notó en el inicio de este partido ante el GironaFue desde el inicio una fiesta el partido porque el club organizó el día de las peñas en una jornada en la los jugadores de los dos equipos le hicieron pasillo a Koke, tras convertirse en el futbolista atlético con más partidos de la historia sumando ya 555 encuentros. 

Gol madrugador

Ese ambiente festivo contagió al equipo, que salió con mucha intensidad y, sobre todo, con verticalidad en ataque. Tanto que a los cuatro minutos Reinildo recuperó una pelota y salió con mucha agresividad en ataque, se la entregó a un Griezmann que ya no tendrá que esperar más al minuto 60 para jugar tras el acuerdo entre rojiblancos y azulgranas. El francés puso la pausa y regaló una asistencia para que Correa abriese el marcador. El Girona volvía a quedar penalizado por su fragilidad defensiva. 

Los catalanes gestionan los partidos desde la posesión y el Atlético les citaba desde su campo, donde se pertrechaba esperando una contra. Veinte minutos tardó el Girona en sacudirse la bisoñez y pisar el área de Oblak. Los colchoneros, una vez más, se atrincheraban mojigatos atrás y su afición les dedicaba pitos porque el partido comenzaba a ser otro suplicio, denominador común de la temporada rojiblanca. Simeone se desgañitaba pidiendo agresividad ofensiva a los suyos. Se estiraron algo los rojiblancos en los últimos diez minutos, haciendo trabajar a Juan Carlos, pero los visitantes pudieron empatar con un remate de Yangel Herrera en la jugada final de la primera parte. Bostezaba la grada colchonera cuando Munuera señaló el descanso.

Se advertía otra sesión de suspense e inquietud en el Metropolitano, pero en la segunda jugada tras la reanudación el Girona confirmó que un equipo de cristal. Simeone sacó de la cueva a su equipo y ordenó que se jugase en el terreno visitante. Y en uno de esas el portero Juan Carlos regaló a Correa un pase y el argentino no perdonó. Respiró aliviado Simeone que veía cómo, de repente, se quedaba una plácida tarde.

El gol obligó a los catalanes a arriesgar en ataque y surgieron los espacios para los atacantes rojiblancos. Un escenario más atractivo que el plomizo primer tiempo. El Cholo afiló el colmillo con Lemar y Morata, sustitución que saludó Rorro Riquelme, canterano atlético que en su año de cesión en el Girona ya luce galones, con un derechazo que tocó en Giménez antes de entrar en la portería de Oblak. No hay día tranquilo en la vida de los atléticos.

Oblak comenzaba a tener trabajo, lo que no eran buenas noticias para la parroquia rojiblanca. El esloveno evitó el empate en dos zapatazos de Aleix que el esloveno sacó prodigiosamente, una con ayuda del palo. Crecía el Girona y menguaba el Atlético. Los de Simeone arrancan los partidos creyéndose Brad Pitt y los terminan reconociéndose en Alfredo Landa. Un misterioso fenómeno que ha sumido a los atléticos en el escepticismo y el tedio. En esta ocasión le bastó con los goles del más pillo de la clase (Correa) y los milagros diarios de Oblak en forma de paradas. No pinta bien este Atlético, aunque esta vez Correa y su portero ahuyentaron a los fantasmas. El partido lo resume la pitada final del Metropolitano a su equipo. Hasta su afición se aburre. Y Sabina bosteza...

FINAL: ATLÉTICO 2- GIRONA 1

ATLÉTICO: Oblak; Molina, Savic, Giménez, Reinildo; Correa (Joao Félix 72'), Koke, Witsel (Kondogbia 72'), Carrasco (Lemar 63'); Cunha (Morata 63'), Griezmann (Saúl 63').

GIRONA: Juan Carlos; Arnau, Santi Bueno, Bernardo, Javi Hernández (Terrats 81'), Miguel Gutiérrez (Couto 46'); Aleix García, Oriol Romeu, Yangel Herrera (Stuani 62'); Riquelme (Toni Villa 80'); Taty Castellanos.

GOLES: 1-0, Correa (5'); 2-0, Correa (47'), 2-1, Riquelme (65')

ÁRBITRO: Munuera Montero. Amonestó a Giménez, Cunha, Javi Hernández, Savic

ESTADIO Metropolitano. 54.069 espectadores