Emoción en vena. Eso sintió Alejandro Martínez Chorro cuando se colgó la medalla de bronce en el kilómetro tras batir por la mañana el récord de España y ser el primer ciclista nacional en bajar del minuto (59.938). Y luego por la tarde entre los ocho mejores cuando volvió a rebajar su plusmarca para colgarse su primera medalla en unos campeonatos del mundo tras mejorar cinco posiciones. Sus 59.871 solo fueron superadose el viernes por el francés Landerneau, segundo (59.568), y el inconmensurable neerlandés Jeffrey Hoogland con (58.106). «Me cuesta que me salgan las palabras. Hace menos de un mes hablaba con mi psicólogo porque no estaba bien, tenía mucho estrés, ha sido una temporada muy larga», explicaba tras su gesta el de Sant Vicent del Raspeig. «Mi familia, mi pareja, mi entrenador, todos sabemos lo que hemos pasado. Solo quería hacerlo lo mejor posible». «Por la mañana conseguí bajar del minuto, era algo personal, que yo quería hacer. Verme en una final era increíble, pero lo que ha pasado por la tarde con el bronce no tiene nombre», declaró emocionado. Martínez y Sebastián Mora volvieron a competir ayer en Saint-Quentin-en-Yvelines, en París. Mora no tuvo su mejor día en el Ómnium y acabó decimocuarto, aunque remontó posiciones en la puntuación, donde estuvo muy activo y recuperó vuelta, mientras que Martínez concluyó la velocidad en dieciseisavos de final, batido por el australiano Cornish.