El Pleno del Congreso aprobó el proyecto de Ley del Deporte, que abre la puerta a la participación en competiciones internacionales de selecciones autonómicas de deportes con arraigo histórico y social y que estima parte de las pretensiones de la Liga de fútbol, que sopesó hacer un parón si no eran atendidas.

Sin el consenso pretendido por el Gobierno, el dictamen del texto salió adelante este jueves con 166 votos a favor, 157 en contra y 18 abstenciones para su traslado al Senado, con mínimas variaciones, no de fondo, respecto al aprobado hace una semana en la Comisión de Cultura y Deporte.

La inclusión de la enmienda pactada por los grupos socialista y vasco hace días sobre las selecciones autonómicas acaparó el debate y condicionó el voto de los grupos Popular (abstención) Ciudadanos, Vox Plural, Junts y Bildu, estos dos últimos en contra también por la obligación de los deportistas de acudir a las selecciones nacionales.

En ausencia del ministro, Miquel Iceta, y con el presidente del Consejo Superior de Deportes (CSD), José Manuel Franco, en el hemiciclo, el diputado socialista Juan Luis Soto defendió «una ley innovadora, pionera», que sucederá a la norma que rige desde 1990.