La vida muchas veces resulta un puñetero desastre. 30 años como profesional, los últimos 10 repitiendo cada día que no había nada más encantador que montar en bici, competir por placer y si se sentía a gusto, por qué mirar el carnet de identidad y retirarse. Davide Rebellin, 51 años, corredor en activo hasta hace poco más de un mes, ha muerto este miércoles en Vicenza (Italia) arrollado por un camión, que al parecer ni lo vio, y ha sumido al ciclismo italiano en una profunda tristeza.

Rebellin era un clásico, un corredor que al cabo de unos meses de no oír hablar de él hacía que cualquiera se preguntase si seguía en activo. Era de la vieja escuela, enemigo de las carreras de tres semanas, puesto que en tres décadas solo disputó dos veces el Tour, otras dos el Giro y cinco la Vuelta, aunque la mayoría de las veces abandonaba mucho antes de la última etapa. Y quizás era el ciclista que más años ha estado en activo, aunque vivió su mejor etapa como corredor a finales del siglo pasado y durante la primera década del actual.

La medalla perdida

Y como era de la vieja escuela también tuvo una relación maldita con el dopaje que le costó la medalla de plata que consiguió en la prueba de ruta de los Juegos Olímpicos de Pekín, en 2008 cuando fue batido en el esprint final por el asturiano Samuel Sánchez. Meses después el laboratorio confirmó que había logrado la segunda plaza con CERA, una variante de la EPO, en sus venas, lo que le acarreó el correspondiente castigo.

Era un clásico en todo y las clásicas eran su divina inspiración. En 2004 fue cuando ganó Amstel Gold Race, Flecha Valona y Lieja-Bastoña-Lieja de un tirón en un mágico mes de abril. Trató también de pelear por el jersey arcoíris y por otros tantos triunfos en carreras de un día o vueltas de una semana. En su palmarés también figuran, entre 70 victorias, la París-Niza o la Tirreno-Adriático.

Debutó en 1992

Cuando se retiró, en octubre, en una carrera de la nueva moda del ciclismo, el gravel, con las nuevas bicis con fisonomía de carretera pero adaptadas a la tierra, dijo que seguiría saliendo en bici pero sin la presión de tener que marcarse el ritmo y la constancia necesarios para continuar aguantando el fuerte ritmo de un pelotón. Fue en la Veneto Classic.

Este miércoles cogió la bici como había hecho desde mucho antes que debutase como profesional en agosto de 1992, cinco días antes de cumplir los 21 años. Fue cerca de Vicenza, en Montebello Vicentino. Lo aplastó un camión, que al parecer ni lo vio, aunque los carabineros investigan si el conductor se dio a la fuga, algo que desgraciadamente ocurre no solo en Italia sino en accidentes similares en otros lugares de Europa.