Supercopa de España

Modric, el dilema de Ancelotti: Luka ha regresado exhausto del Mundial

El entrenador del Madrid debe decidir el papel del croata, para quien se había pensado un descanso programado

Luka Modric, en un entrenamiento con el Real Madrid en Riad (Arabia Saudí).

Luka Modric, en un entrenamiento con el Real Madrid en Riad (Arabia Saudí). / EFE

Fermín de la Calle

Luka Modric vive un periodo de letargo en el banquillo del Real Madrid. Un descanso programado para que el croata pueda ir cargando las baterías después de llegar exhausto de QatarDe todos los escenarios que se plantearon en el club para el futbolista, que tiene ya 37 años, se cumplió el más exigente posible. Croacia llegó hasta la final de consolación, que ganó a Marruecos tras caer en semifinales con Argentina, y Modric fue el capitán y el jugador alrededor del que giró todo el juego de la selección balcánica. 

Cuando Modric se subió en el avión en Doha el 19 de diciembre con la medalla de bronce colgada al cuello, en sus piernas cargaba con 7 partidos y 656 minutos de juego de máxima exigencia. Después de pasar su grupo como segundos tras empatar a cero con Marruecos y Bélgica y goleado a Canadá (4-1), los de Zlatko Dalic derrotaron en octavos a Japón en los penaltis e hicieron lo propio con Brasil en cuartos, con gol en la tanda de Modric. Después de dos prórrogas y dos tandas de penaltis, Croacia pagó el cansancio ante Argentina, cayendo por 3-0 en la semifinal, para resarcirse de la derrota ganando a Marruecos en la final de consolación (2-1).

Exigencia física máxima con Croacia

El madridista fue titular en los siete partidos, jugando un promedio de 93 minutos por partido, lo que se explica por las prórrogas jugadas, aunque Luka fue sustituido en un par de partidos. Al final del Mundial, Modric fue el tercer jugador de campo más utilizado tras Gvuardiol y Perisic, pese a sus 37 años. No solo jugó muchos minutos, si no que fueron minutos de mucha exigencia, porque el centro de operaciones de los 'plavi' era el mediocampo. Ahí la figura del Balón de Oro resultó diferencial. Modric sumó 517 pases, 73,86 por encuentro, lo que dimensiona su peso en el juego de su selección. Y al esfuerzo en la construcción sumó su solidaridad defensiva, siendo capaz de realizar 51 recuperaciones, más de 7 por encuentro, acudiendo a casi once duelos físicos en balones divididos por choque y recibiendo más de dos faltas por duelo. 

El jugador regresó a Madrid feliz, pero agotado. Carlo Ancelotti ya había advertido que los jugadores que no habían estado en el Mundial tendrían protagonismo en el reinicio de la competición, mientras que a los que estuvieron en Qatar le irían administrando los minutos de juego. Y Luka es, sin duda, el futbolista más castigado de la plantilla del Real Madrid por la cita mundialista. Desde que llegó Carletto le ha ido gestionando los esfuerzos y el croata ha evidenciado el cansancio que arrastra. En Valladolid jugó dos minutos, el trámite copero de Cáceres se lo ahorró, ante el Villarreal jugó 70 minutos en los que evidenció que necesita descanso, y ante el Valencia comenzó en el banquillo, saliendo al campo tras el descanso por Camavinga para jugar otra prórroga y marcar un gol en la tanda de penaltis. 

Carlo, Davide y Antonio Pintus, que también tiene voz en esta decisión como preparador físico del equipo, tienen la duda de si apostar por el croata de inicio ante el Barcelona o reservarlo para la segunda parte, en la que los jugadores estén más castigados por la exigencia física de la primera mitad. Dani Ceballos es una buena alternativa para cumplir el rol del croata. Pero si el entrenador le pregunta a Luka, el jugador no tendrá dudas y se ofrecerá, como siempre, a ayudar al equipo. El italiano ha dejado una pista en la rueda de prensa previa al partido al afirmar que "la intensidad no es la clave para ganar al Barcelona". Lo que abre una puerta al talento del croata.

Sin embargo, la realidad es que a los 656 minutos del Mundial Modric le suma 1408 más con la camiseta blanca. Lo que dispara su presencia más allá de los 2000 minutos (2064), convirtiéndole en el jugador más castigado de la plantilla en lo que va de temporada 2022-23. En pleno mes de enero, con seis meses por delante de calendario, Luka ya acumula 28 partidos a sus espaldas con 37 años. Datos que invitan a pensar que Luka arrancará el encuentro en el banquillo a la espera de que Ancelotti decida utilizarlo en la partida de ajedrez que librará con Xavi en esta final de la Supercopa

Es un hecho que el genio de Zadar ha llegado del Mundial con las baterías agotadas y Carletto debe gestionar sus esfuerzos. El croata no ha vuelto a ser el jugador diferencial que era antes de irse a Qatar. Pero ante el Barcelona surge la tentación de ponerlo en el once de inicio porque su sola presencia, cual Cid Campeador, desahoga enormemente a Kroos y mejora la salida de balón desde atrás robusteciendo un mediocampo en el que la ausencia de Tchouameni también penaliza al equipo. La incógnita es cuántos kilómetros le quedan a Modric antes de que le salte la reserva. Carletto decide.