Lim no ficha a ningún jugador pese al riesgo de descenso

La ventana de traspasos baja el telón y la directiva ha sido incapaz de firmar a un solo futbolista

Javier Solís, junto a la presidenta Layhoon Chan y Miguel Ángel Corona. | J.M.LÓPEZ

Javier Solís, junto a la presidenta Layhoon Chan y Miguel Ángel Corona. | J.M.LÓPEZ / Rafa Jarque. València

Rafa Jarque

Ni los más optimistas esperaban que la secretaría técnica de Mestalla cerrara ayer una operación relámpago para incorporar a un futbolista a última hora. Ayer se hizo oficial que Meriton Holdings ha vuelto a perpetrar el enésimo mercado de fichajes vergonzoso desde que asumió, hace ocho años, la mayoría accionarial de un club centenario e histórico como es el Valencia CF.

La diferencia respecto a temporadas anteriores es que la situación actual del equipo ha entrado en zona crítica. En los últimos años el receso deportivo ha sido muy evidente, hasta el punto de olvidarse por completo de los puestos europeos para deambular por la ‘zona Meriton’ (del noveno al decimotercer puesto). Sin embargo, esta temporada ni siquiera se está viviendo esa ‘tranquilidad’ de no jugarse nada. A falta de un partido para completar la primera vuelta, el Valencia ocupa decimocuarta plaza a tan solo un punto de los puestos de descenso. Cierto es que el cuadro blanquinegro tiene un partido menos que sus rivales, pero ni el rival ni el escenario de ese choque parece el idóneo para meter algo de terreno. El partido, por cierto, se disputa mañana en Santiago Bernabéu ante el actual campeón de liga. Más allá del duelo frente al Real Madrid, el calendario más inmediato es precisamente uno de los factores que agravan aún más la realidad del Valencia. Tras un mes a priori más asequible como era el de enero, el equipo ahora de Voro tendrá que afrontar salidas comprometidas como la de Montilivi, el Coliseum y el Camp Nou, además de recibir a rivales de enjundia como el Athletic Club, que ya venció hace no demasiado en Mestalla, y la Real Sociedad de Imanol Alguacil.

Ni los Ferro, Oliva y Cutrone

Los últimos mercados invernales en Mestalla han seguido la misma tónica: jugadores cedidos o sin el nivel que se debe exigir en un equipo como el Valencia. O incluso ambas. El ejemplo más evidente fue en la 2020/21 con Javi Gracia. La secretaría técnica cerró las incorporaciones de Ferro, Oliva y Cutrone. Tres futbolistas que apenas tuvieron protagonismo desde su llegada y que, cuando lo tenían, no se ganaban el puesto. Bordalás tuvo más suerte, aunque no mucha más. Al alicantino le trajeron a Ilaix, Bryan Gil y Cömert. Al primero le costó mucho arrancar y, cuando lo hizo, la temporada ya estaba vista para sentencia. El pasado verano se consiguió de nuevo su cesión pero su nivel incluso ha decaído. Con el extremo del Tottenham pasó justo al contrario: deslumbró en sus primeros partidos pero su brillo se apagó pronto y nunca llegó a aportar demasiado a nivel estadístico. Por último, el central suizo, que fue el único adquirido en propiedad, apenas tuvo minutos con Bordalás.

En ninguno de los últimos meses de enero se ha conseguido reforzar apenas la plantilla. En el actual, en el que más falta hacía, ni siquiera se ha hecho el esfuerzo de disimular la poca eficacia de la directiva a través de un fichaje. El mercado ya está cerrado, el Valencia tiene la misma plantilla con la que empezó, que además, está mermada por las lesiones, y el descenso acecha. Drama total una vez más