Eterno LeBron James: 38.390 puntos

LeBron anotó ante los Oklahoma City Thunder 38 puntos para derribar el récord mítico de Kareem

LeBron James, en el momento de celebrar el récord de puntos en la historia de la NBA, durante el partido  ante Oklahoma City Thunder, en el que llegó hasta los 38 puntos.

LeBron James, en el momento de celebrar el récord de puntos en la historia de la NBA, durante el partido ante Oklahoma City Thunder, en el que llegó hasta los 38 puntos. / josep gonzález. barcelona

Josep González

El Crypto.com Arena, otrora Staples Center, se había confabulado para que la noche del martes 7 de febrero, ahora sí, fuera el día y el escenario para que LeBron Raymone James Sr. (30 de diciembre de 1984, Akron, Estados Unidos) superara los 38.387 puntos anotados en la NBA, el mítico y añejo récord de Kareem Abdul-Jabbar, en su poder desde 1984.

Y todo con 18.997 personas en las gradas, entre ellas su madre Gloria, su mujer Savannah, sus hijos Bronny, Bryce y Zhuri, amigos de la niñez, famosos que habían pagado hasta 50.000 dólares por una entrada en primera fila... Enfrente, los Oklahoma City Thunder, el rival que no venía precisamente de fiesta al recinto angelino para enfrentarse a Los Angeles Lakers.

Mientras en España aún estábamos, la mayoría, pegados a las sábanas, en el pabellón de la cosmopolita ciudad hollywoodiense cada punto, cada canasta de LeBron que subía al marcador, era jaleada por los fervorosos espectadores.

¡Y llegó el momento! El partido entró en el final del tercer cuarto con desventaja de los Lakers, 97-104. LeBron, en otra actuación soberbia, ya sumaba 34 puntos. A falta de 10.9 segundos tenía el balón en sus manos. A la altura de los tiros libres Kenrich Williams le defendía. Se escoró a la izquierda y a la media vuelta y en suspensión elevó la pelota. Entró limpia a canasta, dos puntos más. Era el punto 38.388, la marca de Kareem había caído.

El duelo en el Crypto.com Arena se paró momentáneamente. LeBron James se quedó solo y alzó los brazos al cielo. Todos los focos, todas las miradas, apuntaban a él. Abdul-Jabbar saltó a la pista y le entregó de forma simbólica un balón -igual que también hizo, hace 39 años, Wilt Chamberlain con él-. Se abrazaron. Magic Johnson hizo lo propio. El jugador de Akron se rompió y empezó a llorar. Todo el mundo, él también, sabía que este momento llegaría. Faltaba saber el cuándo. Y fue ayer.

habla el ‘rey’ «Ni en mis sueños esto hubiera sido mejor. Toda vuestra ayuda, toda vuestra pasión me han ayudado a llegar a este punto», agradecería micrófono en mano, con lágrimas en los ojos, dando las gracias a su familia, a sus amigos y a sus compañeros.

«La forma en que me siento, la manera en que mi cuerpo ha estado reaccionando a lo largo de esta temporada... Sé que puedo jugar un par de años más», remarcaría al final del encuentro que los Lakers acabarían perdiendo ante los Thunder (130-133), aunque eso ya era lo de menos. Acabaría anotando una canasta más de dos puntos, dejando el récord, por ese día, en 38.390.

Cuestionado por su futuro, se limitaría a decir: «Al final se trata de mi mente. Si mi mente sigue ahí, si sigo motivado para seguir y para intentar competir por campeonatos, si me siento motivado entonces continuaré jugando».

¿LeBron o Jordan? Mientras aún no había tenido tiempo para saborear el mítico récord, hubo quien le cuestionó si es LeBron James o Michael Jordan el mejor jugador de todos los tiempos. La estrella de Los Lakers no tuvo reparos en señalar: «Que todo el mundo tenga su favorito. Siempre siento que soy el mejor de siempre que ha jugado a baloncesto pero hay muchos otros muy grandes y simplemente me siento feliz de ser parte de ese viaje». Esta temporada, a sus 38 años y en su vigésima campaña en la NBA, está promediando 30 puntos, 8,5 rebotes y 7,1 asistencias.