Visita al «infierno» de Kaunas

Inaugurado en 2011, el Zalgirio Arena es uno de los pabellones más modernos e imponentes de toda Europa. El más inmenso en el seno de los países bálticos y sede de la última ‘Final Four’ de la Euroliga, sin duda, se encuadra dentro del top 5 de grandes escenarios europeos, junto a los clásicos Stark Arena de Belgrado y el OAKA ateniense. Allí, en una atmósfera de puro baloncesto, con 15.442 espectadores en las gradas, la consistencia del Valencia BC será puesta a prueba por el Zalgiris Kaunas sobre la pista... y más allá de los límites del parqué.

En la previa, Álex Mumbrú alertaba antes del desplazamiento a tierras lituanas de la dificultad que va a suponer tanto el lugar, donde la afición local agotó las localidades hace cinco días, como especialmente el rival que habrá enfrente. «Esperamos un partido duro contra un equipo que tiene muchos automatismos del año anterior, que juegan muy buen baloncesto. Han vendido todas las entradas, el pabellón va a estar lleno, nos vamos a encontrar un infierno allí. Tenemos que estar bien mentalmente para enfrentarnos a un equipo que juega muy duro. Tendremos que ser capaces de poder defender bien y aguantar los golpes, ofensivos, que nos van a dar seguro», comentó el entrenador, que destaca la capacidad como «equipo» de la plantilla de Kazys Maksvytis.

Según Mumbrú, el Zalgiris «está entre los cuatro o cinco equipos de la Euroliga que mejor están jugando». La realidad de la clasificación coloca a los lituanos cerca del análisis que hace el técnico ‘taronja’. Son sextos con el mismo balance -tres victorias y una derrota- que el Valencia BC, quinto. El Zalgirio acogerá, por lo tanto, un duelo en la zona noble de la tabla entre dos de las revelaciones en el inicio de la competición.

Pese a la derrota en Estambul de la jornada anterior, a manos del Anadolu Efes, en la visita a Kaunas los valencianos volverán a estar en disposición de igualar su mejor racha de inicio en la Euroliga, los cuatro triunfos en cinco partidos del año del estreno, 2003. Por entonces, el grupo liderado por Fabricio Oberto y Dejan Tomasevic se impuso a Treviso, Olympiacos, ALBA Berlín y Wroclaw, antes de caer en la quinta fecha frente al ASVEL. Asimismo, un triunfo en Lituania ratificaría el mejor arranque de temporada en año de Euroliga. Después de diez partidos oficiales -seis en Liga Endesa y cuatro en Europa- con un balance 8-2, los naranjas ya lo han igualado. En 2017, a las órdenes de Txus Vidorreta, el Valencia también encadenó un 8-2, pero posteriormente fue incapaz de apuntarse la cuarta victoria en Euroliga hasta diciembre, encadenando diez derrotas entre las jornadas 5 y 14.

En la cima de los valores defensivos, tanto en la competición europea como en la acb, el Valencia BC pretende seguir enrocándose en campo propio con tal de limitar las virtudes de un Zalgiris en el que sobresalen el ex del Barça Rolands Smits, en el verano 2022 en la órbita ‘taronja’, y el base estadounidense Keenan Evans.

Los pupilos de Mumbrú, los que menos puntos de media encajan (70.5), aparecen entre los equipos cinco estrellas en las listas de rebotes (4º) -4º en defensa, 5º en ataque-, tapones (5º) o triples recibidos (2º con apenas un 29.6 % por duelo). Sin duda, a priori, una garantía delante del mejor bloque tirando de tres (48,3 %). Además, las manos y el deseo en defensa del Valencia BC serán fundamentales para contrarrestar a un rival donde se multiplican las amenazas desde detrás del perímetro: Manek, Evans, Giedraitis, Smitis, Mitrou-Long... todos meten más de un triple por partido.

Harper, novedad

Jared Harper, recuperado de un esguince en el hombro, es la principal novedad en el grupo de 12 jugadores que Álex Mumbrú convocó para desplazarse a Kaunas. Por contra, Guillem Ferrando y Xabi López-Arostegui, que dejó ya atrás una fascitis plantar que le apartó casi siete meses de las pistas con el Valencia BC y la Selección, fueron los descartes del técnico. Harper se había perdido los últimos seis partidos. XLA, por su parte, ya está disponible, pero Mumbrú avisó que necesita «coger ritmo» e irán «poco a poco»