Unicaja destrona al Real Madrid y reina en Las Palmas

Unicaja consiguió su tercera Copa del Rey después de superar al Real Madrid en la final por 93-79 en un partido dominado en todo momento por los de Ibon Navarro, y que contaron con un estelar Kendrick Perry, autor de 27 puntos, 17 de ellos en el último cuarto. El base estadounidense estuvo muy bien acompañado de David Kravish, autor de 20 tantos y cinco triples que volvieron a dejar a los blancos sin título, tal y como ocurrió en la pasada Supercopa.

Encontró la respuesta el Real Madrid de la mano de Alberto Abalde también desde el 6,75. Fueron seis de los 10 tantos que anotó el conjunto blanco con tiros de campo en un primer cuarto aciago en ataque, tal y como ocurrió en semifinales ante Dreamland Gran Canaria.

El segundo cuarto arrancó con intercambio de canastas, con triples de Kameron Taylor y Hugo González. Un tiro libre de Sergio Llull colocó a su equipo por delante (26-27), pero lo cierto es que Unicaja llevó la iniciativa durante la gran mayoría de primera mitad.

El arranque de segunda mitad tuvo a dos protagonistas claros de Unicaja. Primero un Tyler Kalinoski, inspirado con sus lanzamientos tanto de dos como de tres, y después un Taylor que hizo mucho daño a Musa en defensa: una genialidad del estadounidense puso el 50-42 en el marcador, algo que obligó a Chus Mateo a detener el partido.

Campazzo al rescate

Con un Hezonja irreconocible, Facundo Campazzo (sin puntos en los primeros 20 minutos) apareció con la capa a sus hombros para tratar de liderar la reacción del Real Madrid. Se apuntó seis puntos consecutivos y anotó un triple inverosímil tras falta pasado el medio campo, aunque el tiro no valía (56-50).

Se recuperaron los de Navarro, con un parcial de 8-2 gracias de nuevo al talento que rebosa Taylor. Pero Llull anotó un triple a tablero marca de la casa para que su equipo entrase nueve puntos por debajo en el marcador al desenlace final (64-55).

Los tres minutos y medio del último cuarto contaron con pocos protagonistas del Real Madrid, y con un Perry y un Kravish que ya habían entrado en calor. Estelar el último cuarto del ‘55’ de Unicaja, sentenció la final con un triple a ocho metros que desató la locura de la afición malagueña en el Gran Canaria Arena.

Al final, 93-79 para Unicaja, y la Copa del Rey, que vuela por tercera vez en su historia hacia el Martín Carpena. n