«Si jugamos contra los All Blacks, ya me puedo retirar....»

J. V. BELDA

València

Ganaron a Países Bajos, y en Suiza celebraron por fin el billete al Mundial. ¿Cómo lo vivió después de las dos decepcioes previas?

Fue duro. Después del partido contra Suiza, al acabarlo, estaba muy feliz, muy contento, pero al mismo tiempo bastante triste. Había muchas emociones, porque también recordaba todo lo que hemos pasado.

¿Es importante la clasificación en el Europeo para un mejor bombo de cara al sorteo del Mundial?

No lo sé, porque creo que ahora lo van a hacer por ranking y no quieren que se repita lo del pasado Mundial, cuando en cuartos ya se cruzaron las cuatro mejores selecciones del momento.

¿Cuál debe ser el objetivo (realista) en el Mundial de Australia?

Dependerá de los cruces que tengamos, pero vamos a prepararnos a tope. Se vienen dos años muy duros, pero la Federación está haciendo las cosas bien, quiere cuidar a los jugadores y preocuparse más por ellos, ofreciéndonos mejores condiciones. Vamos a trabajar para no ir solo a presentarnos, sino para competir con un equipo muy serio y ganar partidos, sin duda.

Creo intuir cuál sería su partido soñado en el Mundial. ¿Nueva Zelanda?

Hombre, jugar contra los All Blacks... Si yo juego contra ellos, ya está, me retiro. Ya lo habría hecho todo. Estuve allí de pequeño con mis padres, y hace año y medio también. Además, en la gira reciente con la selección por Samoa y Tonga aproveché y cambié los vuelos para quedarme allí unos diez días saludando a mis amigos.

Ha sido siempre un trotamundos. Ha jugado en Francia, Nueva Zelanda… ¿Todo suma para ser un jugador referente?

Sí, son diferentes tipos de rugby y distintas filosofías. Adaptarte a cada ciudad y cultura te abre muchísimo la mente, te hace mejorar y ver cosas que nunca habrías imaginado.

Pero decide regresar a España y jugar en el Ciencias en Sevilla, ¿por qué?

En Sevilla mi pareja tenía más posibilidades de encontrar trabajo. Además, tenía amigos que estaban jugando allí. Decidimos volver a España para estar más cerca de la selección y tener más disponibilidad para este cambio de ciclo.

En su caso puede vivir del rugby, ¿pero ha pensado en el futuro?

Soy profesional, pero también tengo estudios. Acabé un máster en gestión deportiva y sigo formándome un poco más. Pero, a día de hoy, soy cien por cien profesional. Y por ahora, solo pienso en el Mundial. Tengo 27 años, llegaría con 29 al Mundial, que es una muy buena edad, y aún quedarían más años de carrera. Pero la vida da muchas vueltas.

¿Se considera un referente como lo fue el también valenciano César Sempere?

Sí, seguro que ha sido un referente del rugby valenciano. No pienso en si soy su relevo. No soy una persona muy mediática, pero si llevas tiempo jugando, es normal que la gente te conozca.

¿Cómo le afectó la dana?

Eso fue en octubre, justo dos días antes de que nos concentráramos con la selección para jugar contra Uruguay, Fiyi y EE. UU. Me afectó mucho. Por parte de mi familia, no hubo desaparecidos, solo daños materiales.

Y ahora a luchar por el Campeonato de Europa, considerada la segunda división del rugby europeo tras el Seis Naciones.

El Seis Naciones es un coto cerrado, no hay posibilidad de entrar porque son los que tienen dinero. Nosotros jugamos el Europeo. Ojalá algún año, pero está difícil. ¡Hacednos un Bizum! (ríe). El año pasado quedamos terceros tras perder contra Georgia, pero la anterior vez que nos clasificamos para el Mundial quedamos subcampeones. Ahora toca trabajar para mejorar.

¿Se ve en el siguiente Mundial?

Es cada cuatro años, en años impares: 2027, 2031… No recuerdo si la sede del 2031 está decidida. Pero, por ahora, solo me importa el de 2027. Ya pensaré en lo demás después.

n

Tracking Pixel Contents