El Barça despierta en el último cuarto para no interrumpir su buena racha

Despertó a tiempo el Barça para evitar que se interrumpiera su buena racha. Se pasó medio partido sesteando y el otro medio remontando un marcador adverso. Lo logró con el esfuerzo colectivo que se visualiza con once jugadores puntuando (Justin Anderson fue la excepción) y una constancia que hubo que mantener hasta la última posesión porque el Casademont Zaragoza se resistía a soltar aquello que creía suyo (97-95).

Se lo quitó de las manos Jabari Parker a Trae Bell-Haynes cuando le colocó un tapón que iba a suponer el empate a 95 después de una pérdida de Kevin Punter a 3.5 segundos para el final. El balón cayó en manos de Àlex Abrines, una garantía en los tiros libres para blindar la victoria con un margen de cuatro puntos imposible de igualar. El Palau resopló de alivio en una tarde extraña.

Extraña como el quinteto con que compareció el Barça, en el que coincidían Brizuela, Sarr y Abrines, acompañados por Metu y Hernángomez. Tres eventuales directores de juego juntos para paliar la ausencia de Tomas Satoransky, agotado de tanto ajetreo al tener que cubrir los minutos de los lesionados Laprovittola y Núñez. Apareció luego también Villar para mandar él solo cuando Peñarroya, descontento, sacó la artillería a la pista. Con Punter, Parker y Anderson, sin embargo, el Casademont se disparó en el marcador (22-31).

No carburaba el Barça ni tampoco discurría rodado el cuadro zaragozano, que marró los seis primeros triples, pero que anotaba con facilidad en la pintura y se forraba de rebotes. Cuando trató de encerrarse el cuadro azulgrana le llovieron puntos desde fuera: 41 encajados a mediados del segundo cuarto. Fall compensó su inoperancia defensiva con una serie perfecta (12 puntos, en un 6 de 6). Su alianza con Sarr (10) les convirtió en los autores de la mitad de los puntos azulgranas al descanso (42-52). Revelador de la dejación de las estrellas. A las que se esperaba en la reanudación.

Peñarroya echó mano de Satoransky y un robo de balón de Parker y sendos triples de Brizuela y Abrines reunían actitud y acierto. El equipo sugería que la reacción se estaba produciendo, pero a unos niveles insuficientes para recortar la diferencia. A aquellas alturas el Casademont andaba en carrera y sólo permitió restar un punto y alargó el trabajo para remontar de los azulgranas hasta el último episodio.

Un parcial de 12-1 permitió a Parra elevar el empate al marcador (78-78) a 7.35 del final y Punter puso en ventaja al Barça con un dos más uno. Peñarroya dejó el asunto en las manos de los suplentes iniciales. Metu (12 puntos), Punter (8) y Parker (5) espabilaron y remataron la faena que hicieron entre todos.