Entrevista

Mariona Caldentey,: "En Londres he vuelto a leer mucho. Llevo una vida más tranquila"

La exjugadora azulgrana e internacional española reflexiona antes de la semifinal de la Champions que le enfrentará este sábado al Lyon

Mariona Caldentey, en un partido con el Arsenal.

Mariona Caldentey, en un partido con el Arsenal. / EFE

Laia Bonals

Laia Bonals

Tomar la decisión de dejar el Barça después de una década fue muy complicado. Mariona Caldentey (Felanix, 1996) ahora es 'gunner'. Su primera temporada lejos de Barcelona ha provocado muchísimos cambios en su vida. Perfeccionar el inglés, entrar en un vestuario nuevo y alejarse del frenetismo de la capital catalana. La futbolista reflexiona para El Periódico sobre estos meses, su decisión y lo que queda de temporada. Lo primero, unas semifinales de la Champions contra el Olympique de Lyon (la ida este sábado en Londres a las 13.30 h.), un rival que le ha dado muchos dolores de cabeza como azulgrana.

¿Cómo han sido estos primeros meses?

En general, diría que muy bien. Evidentemente hay muchos cambios: salir de la zona de confort, no solo a nivel de club y fútbol, sino también de estilo de vida. El invierno ha sido duro: mucho frío, poco sol, muchas horas de oscuridad... Y la vida fuera del fútbol es lo que más echo de menos. Pero estoy contenta. Es un cambio que me ha ido bien, estoy aprendiendo mucho y disfrutando de la experiencia. Y creo que me está haciendo mejor jugadora, que era uno de los objetivos.

¿Se siente cómoda con todos estos cambios? No son pequeños. Es casi un cambio de vida total.

Sí, la verdad es que muy bien. Tengo a Laia Codina aquí, que me ha facilitado mucho las cosas. Y he tenido la suerte de que amigos y familia han venido a visitarme. A nivel deportivo, no quería ponerme demasiada presión: primer año, año de adaptación. Pero todo ha ido muy rodado. Me sentí muy acogida desde el primer día, todo el mundo me ha ayudado mucho, y estoy disfrutando mucho de la experiencia. Me siento cómoda tanto en el campo como fuera, en el día a día en el club. 

¿Cómo fue el primer día allí? Después de diez años en el Barça, imagino que no es fácil.

Sí, estaba un poco en 'shock'. Me incorporé a mitad de pretemporada, en Estados Unidos, después de un viaje largo y pocas vacaciones. Llegué bastante cansada. Y todo era nuevo: compañeras, entrenadores y cuerpo técnico, muchas caras nuevas, también del filial. Me decía a mí misma: '¡No me digáis nombres porque no me voy a acordar de ninguno!'. Pero si le soy sincera, el momento más impactante, sin embargo, fue ver cómo mis compañeras de selección volvían al Barça... Y yo no. Ese día fue un 'shock'.

¿Fue difícil entrar en un vestuario nuevo?

El tema del idioma influye. Yo pensaba que llevaba bien el inglés, pero cuando llegas te das cuenta de que no es tan fácil: diferentes acentos, expresarte bien... Pero tengo que decir que es un vestuario muy fácil. Las chicas son encantadoras y me han acogido genial. Obviamente, en Barcelona tenía amigas de muchos años, y esos vínculos se tienen que construir. Pero pasamos mucho tiempo juntas y la verdad es que me lo han puesto muy fácil.

¿Y fuera del fútbol, cómo lo está viviendo?

Es una vida más tranquila. En Barcelona tenía mi círculo fuera del fútbol, de la universidad y de años vividos. Aquí todo eso no lo tengo. Los primeros meses fueron caóticos: wifi, casa, coche, tarjeta del móvil... Todo son pequeñas cosas que te tienen ocupada. Después, cuando me estabilicé, empecé a hacer vida: pasear, escuchar algún pódcast, leer, cafés con las compañeras... No he empezado ningún hobby nuevo, pero he vuelto a leer mucho. Y en cuanto sale el sol, ¡es obligatorio salir! También he ido a ver musicales, que en Londres hay muchos.

¿Qué está leyendo ahora?

Ahora estoy con 'Alas de hierro'. Voy por el segundo de 'Alas de sangre'. ¡Me encanta! Me lo recomendaron pero al principio pensaba que no me iba la fantasía ni los dragones, pero me ha enganchado mucho.

Supongo que ha tenido momentos para parar. En el Barça todo era tan frenético…

Totalmente. Aquí viajamos mucho menos. La mayoría de partidos son en Londres o cerca, y vamos en bus. En el Barça viajábamos mucho más, ya que hay más partidos. Cuando teníamos un día libre, lo único que quieres es quedarte en casa porque estás muerta. Aquí tengo más tiempo para mí, y no tener que coger aviones cada dos días se agradece mucho.

¿Cómo lo ve todo desde fuera ahora? El ritmo, el calendario…

Cuando estás dentro vas con el piloto automático. Ahora desde fuera lo veo diferente. Por ejemplo, ahora hemos vuelto de la selección y ellas ya han jugado dos partidos cuando nosotras solo uno. Es un poco esa "sobreexplotación" a la jugadora. Cuando estás allí tiras y tiras, pero después cuando lo ves desde fuera... A mí ya me va bien porque me gusta verlas, pero es verdad que el calendario... Aquí en Inglaterra también está habiendo muchas lesiones. 

Está afectando a la salud mental y física de muchas. 

En nuestro caso, llevamos tres veranos y este será el cuarto seguido que llevamos competiendo seguido. Que es buena señal porque nos hemos clasificado, pero esto significa que tus vacaciones son diez días libres o dos semanas al año durante cuatro años seguidos. No tienes tiempo para desconectar y los días que tienes de vacaciones casi ya estás pensando en lo que viene. Sí que nuestras carreras deportivas son cortas y hay que aprovechar, pero todas tenemos nuestros momentos de decir que todo está siendo demasiado. 

¿Y el Barça? ¿Cómo lo ve desde fuera?

Me resulta raro verlas. Pero en el momento que tomé la decisión de irme, lo acepto al 100%, pero claro, me encanta verlas jugar. Me da un poco de rabia que ahora han perdido un partido o dos y son críticas constantes. No nos podemos olvidar de lo difícil que es todo lo que se ha hecho estos años y que aún ellas siguen haciendo. No es fácil lo que están haciendo. Me da rabia por ellas, que son las primeras que quieren hacerlo perfecto, que se esfuerzan y lo sufren. El fútbol a veces, en este sentido, es un poco injusto. 

Ahora vive una realidad diferente en el Arsenal. ¿Cómo ha sido su adaptación? 

La rutina en sí no ha cambiado mucho. Llegas, desayunas allí, estudias vídeos, haces tratamientos, entrenas, gimnasio, comes, algún video más y te vas. La rutina tiene sus cosas diferentes, pero no deja de ser el mismo trabajo. 

Costó un poco arrancar, pero el equipo ya está mucho más sólido. 

Es verdad que empezamos la temporada un poco regular. Perdimos bastantes puntos en liga que ahora nos están pasando un poco factura. Pero desde el cambio de entrenador, el equipo está fuerte y mejor. En la Champions estamos entre los cuatro mejores de Europa. A dos partidos de poder jugar la final. Y en la liga, a pesar de empezar mal, estamos luchando hasta el final, a tan solo tres puntos del Chelsea. Si este año no ganamos nada, estamos construyendo para el próximo.

Usted también se ha adaptado rápido. ¿Cómo se siente dentro del equipo?

Estoy jugando en un rol más centrado, más en el medio. Después de 10 años jugando con las mismas compañeras, ahora toca conocer nuevas jugadoras y encontrar conexiones. Pero el equipo está jugando muy bien, y está fluyendo. Han decidido que juegue más en el medio para poder tener más influencia en el balón y en el control del partido, y está yendo bien. Nos quedan 5-6 partidos y queremos mantener la buena dinámica.

Y ahora en las semifinales de la Champions se vuelve a encontrar al Olympique de Lyon. Tiene un largo historial contra el equipo francés. 

Sí, siempre les digo en broma a ellas que yo tenía un trauma con el Lyon. Las dos finales de Champions perdidas con la sensación de que no había manera de ganarlas, que eran superiores. Por suerte, este trauma se superó un poco... Ya conseguí ganar al Lyon. Mis compañeras, sin embargo, han tenido una experiencia totalmente diferente. Hace tres años les ganaron 5-1 en un partido de fase de grupos. Este trauma que he vivido yo ellas no lo tienen. El Lyon tiene tres jugadoras arriba que son aviones y son su mayor peligro. 

¿Y una final contra el Barça?

¡Ojalá! Llegar a la final lo firmo ya. Se está acercando la posibilidad de que esto pase y tengo sensaciones encontradas. Sería muy raro, no sé cómo me sentiría. Pero ojalá pase y de aquí un mes le pueda contar cómo me siento. [ríe]. Quiero llegar a la final y que el Barça también lo haga. 

Este será tu primer Sant Jordi como autora. ¿Cómo fue el proceso del libro?

La verdad es que no fue iniciativa mía. La editorial se puso en contacto con Karlota [Planas, su agente] y ella propuso a Laia Coll [periodista de RAC1] como coautora. Me acabaron de convencer porque a mí esto de explicar mi vida y mi historia, tampoco me llamaba mucho [ríe]. Ha sido un proceso muy bonito con, ella me lo ha puesto fácil, y el libro está teniendo muy buena acogida.

Mariona Caldentey posa con su libro

Mariona Caldentey posa con su libro / EL PERIÓDICO

¿Fue difícil poner la línea de hasta dónde contar o cómo lo cuenta?

En el momento, casi no estás pensando que saldrá escrito en un libro. Estoy hablando en un bar con Laia y es fácil. No tienes un micro y muchas personas delante. Es más relajado. La verdad es que no, que no ha habido ningún momento donde haya pensado: de esto no voy a hablar. En el momento en que decido hacer un libro sabemos que hay que tocar todos los temas. De algunos, de los más complicados, había pasado un tiempo, y el tiempo lo cura todo. Lo hizo más fácil poder hablar y reflexionar más sobre ello. 

Estaba en pleno proceso del libro y uno de los capítulos finales, su posible renovación con el Barça, estaba pendiente. 

Fueron meses difíciles. De pensar muchas cosas, de cambiar de opinión muchas veces. Me acuerdo de estar con Laia y decirle: este tema no lo ponemos hablar, porque no lo sé ni yo. 

La suya fue una de las renovaciones donde más ojos estaban puestos la temporada pasada. Había mucha presión. 

En momentos como esos, hay que pensar egoístamente en nosotros mismo. Llegó un momento en que hablé con mi madre y le dije: no te voy a pedir ni a decir nada a ti. Es una decisión superpersonal que tenía que tomar yo. A veces hay cosas que son difíciles de explicar. Obviamente, yo en el Barça he pasado 10 años maravillosos, he estado muy feliz y lo he ganado todo. Diez años son muchos y tomé la decisión. Hacemos esta entrevista desde Londres, que si me lo llega a decir hace unos años, no me lo hubiera creído. 

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