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Levante UD

La defensa se convierte en un lastre para Calero

El conjunto granota es el segundo más goleado hasta el momento en LaLiga y se mantiene fuera del descenso por su acierto ofensivo

Julián Calero, en una foto de archivo, analizó el encuentro frente al Rayo. | GERMÁN CABALLERO

Julián Calero, en una foto de archivo, analizó el encuentro frente al Rayo. | GERMÁN CABALLERO

Marcos Abad

Marcos Abad

València

Este comienzo de temporada del Levante UD en su vuelta a Primera División está dejando luces y sombras en su rendimiento. El conjunto granota sigue inmerso en ese proceso de mejora y crecimiento, pero sobre todo, de aprendizaje constante y corrección de errores. A pesar de que el equipo se encuentra en una posición «ideal» —decimoquintos (15º), con ocho puntos (aunque a dos pasos del descenso)—, para lograr su ansiado objetivo de la permanencia, los de Calero deberán subsanar esa brecha existencial en la zona defensiva, uno de los lastres que persigue a los granotas, especialmente en el Ciutat de València. En las nueve primeras jornadas, el Levante ha dado muestras de ser un equipo unido y comprometido, férreo y combativo, pero le falta fortalecer su retaguardia, una de las debilidades en este inicio de campaña. La temporada pasada, los de Orriols fueron uno de los equipos que menos goles encajó en Segunda División (42 concretamente). Sin duda, más allá de la capacidad goleadora del equipo, tanto jugar en casa como esa fortaleza en defensa fueron dos aspectos claves para lograr el ascenso.

Pero este año... no acaba de cuajar. Se suma un cúmulo de aspectos a corregir: la defensa del área, la contundencia, los desajustes en las marcas y la firmeza de las líneas. Todo ello, se postula como una máxima prioridad a reparar para conseguir un equipo sólido y compacto, encadenar porterías a cero y ser más fuertes en casa. Cierto es que, el Levante ha mostrado la otra cara de la moneda en el apartado ofensivo: 13 goles a favor, genera oportunidades claras de gol, y cuenta en ataque con Etta Eyong, Iván Romero, Carlos Álvarez o Brugui, cuatro atacantes determinantes, y con gran olfato goleador. Pero... ¿Es suficiente con marcar muchos goles? Evidentemente no, y más en toda una Primera División. El conjunto granota necesitará alcanzar ese equilibrio ataque-defensa y una mayor seguridad en su zaga. Igualar tanto el lado ofensivo como el defensivo: ambas áreas deben ser eficientes y fuertes.

Las presentes estadísticas en LaLiga evidencian que el Levante tiene un problema que exige intervención inmediata antes de que vaya a más. Actualmente, los de Calero son el segundo equipo más goleado de Primera División, con 17 goles encajados. Únicamente el Girona —con 19 tantos en contra— supera al cuadro levantinista. El tercero con este registro negativo es el Real Oviedo, que suma 16. Esta situación se convierte en un obstáculo a enmendar cuando encajas más goles de los que eres capaz de meter. Y eso que, precisamente, los granotas tienen pólvora de sobra para decidir los partidos. Pero no está siendo suficiente, por lo menos para lograr esa estabilidad. De hecho, tienen un ‘gol average’ de -4, lo que refleja que esta capacidad goleadora no está cubriendo la carencia defensiva.

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