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Liga de Campeones

El Villarreal se complica la Champions (1-0)

Flojo partido de un Submarino que cae en la trampa de un Pafos, que se dedicó a que no pasara nada para llevarse tres puntos gracias a un gol con clara obstrucción de Domingos Quina a Luiz Júnior

Luiz Junior reclama una falta en el gol del Pafos.

Luiz Junior reclama una falta en el gol del Pafos. / EFE

Ismael Mateu

Limassol (enviado especial)

Era una final y se ha perdido. Con la ayuda del árbitro y el VAR para los locales, pero se ha perdido. Imagen pobre, juego espeso y falta de intensidad y de pegada. Y así no se puede ganar en la Champions League ni ante un rival infinitamente inferior a ti.

El Villarreal CF se ha complicado su futuro en la Liga de Campeones con una derrota inesperada, de las que duelen, ante el Pafos chipriota, un equipo defensivo estilo el Getafe de Bordalás que cortocircuitó los canales del fútbol ofensivo amarillo para llevarse tres puntos de oro. Ya que pese al flojo encuentro del Submarino, el gol del triunfo de Luckassen fue producto de una clara obstrucción de Domingos Quina a Luiz Júnior que ni el árbitro ni el VAR quisieron ver cuando la infracción clamó al cielo. Tocará la heroica en los cuatro partidos que restan en la máxima competición continental.

Marcelino dispuso de un once muy competitivo consciente de lo mucho que había en juego. No se guardó nada, posiblemente Comesaña y Gerard fueron los dos únicos titulares que se quedaron en el banquillo de inicio. Con Luiz Júnior consolidado en el once, la defensa de gala, Parejo llevando la manija en la medular junto a Gueye y arriba cuatro puñales como Pepe y Moleiro por bandas y Ayoze y Mikautadze en punta de ataque.

Un equipo que sobre el papel tenía que arrasar, pero la primera parte defraudó. Eso sí, los diez primeros minutos fueron un espejismo. A la impetuosa salida con disparo peligroso del local Domingos Quina respondieron Mikautadze y Pape Gueye, que fallaron dos ocasiones inverosímiles solos ante el meta Neofytos Michail.

Los 35 minutos restantes fueron nulos. Un Submarino espeso que cayó en la telaraña de Juan Carlos Carcedo, que como histórico segundo de Unai Emery planteó un duelo a esperar, no jugar a nada y buscar la contra. El ‘estilo Emery’ con menos recursos del Pafos funcionó, defendiendo en su área hasta con seis futbolistas y otros tres en la frontal. Un Getafe chipriota en toda regla que logró irse al descanso con el 0-0 inicial.

Mouriño disputa un balón ante el jugador del Pafos.

Mouriño disputa un balón ante el jugador del Pafos. / EFE

Segunda parte

Parecía que en el segundo acto el Submarino saldría más enchufado y a por todas. Pero en el fútbol de élite no puede dejar vivo a un rival teóricamente inferior. En la primera acción, tras un córner, Luckassen rematada de cabeza en área pequeña a gol, estableciendo el 1-0 en el 47, reclamando los amarillos pantalla de Domingos Quina al meta Luiz Júnior. Una clara obstrucción que ni el colegiado alemán Jablonski ni el VAR quisieron ver, siendo una infracción clara al portero en área pequeña.

Los jugadores del Pafos celebran el 1-0, a la postre el tanto de la victoria.

Los jugadores del Pafos celebran el 1-0, a la postre el tanto de la victoria. / EFE

Tocaba remontar en solo una parte y el Villarreal lo intentó. Pero no era la tarde de los amarillos. El Pafos seguía a lo suyo, jugando a que no pasara nada, tirándose al suelo a la mínima sus futbolistas y perdiendo tiempo. Una versión chipriota del ‘Esto es fútbol papá’.

Tras diez minutos sin fútbol por culpa del rival y la permisividad del colegiado, Marcelino movió ficha.

En dos tandas entraron Oluwaseyi y Solomon primero y Gerard Moreno, Comesaña y Pedraza, después. Y el Submarino reaccionó en sus diez mejores minutos, del 60 al 70, donde tuvo tres claras acciones, dos de ellas sacadas por el meta local, obra de Oluwaseyi, Pepe y Solomon, que en el mano a mano remató flojo a las manos.

Los 20 minutos finales fueron un quiero y no puedo para los groguets. Los amarillos apretaron en la recta definitiva ante una defensa a ultranza de un Pafos que metió hasta ocho jugadores en su área y solo un par de remates de Comesaña y Gueye pusieron en peligro al meta rival. El Villarreal naufraga en Chipre en un partido espeso y se complica la Champions.

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