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El capital internacional comienza a tomar protagonismo en el futuro del 'Tile of Spain'

La mayoría de las acciones del Grupo Halcón ha pasado a ser propiedad del fondo inversor Falcon Private Holding

La industria azulejera castellonense está en el punto de mira de los inversores internacionales y cada vez son más las compañías azulejeras de la provincia que abandonan su condición de «empresa familiar», que hasta hace poco se utilizaba como un valor añadido de cara a sus competidores, para pasar a estar controladas por capital extranjero.

Grupo Halcón ha sido la última azulejera castellonense que ha pasado a estar controlada por capital extranjero, operación de la que se desconoce el montante económico final. Una empresa que comercializa sus productos a través de cuatro marcas distintas: Halcón Cerámicas, Porcelatec, Porcelánico Attom e Imosaici.

Los propietarios de la firma de l'Alcora, las familias Montalbo y Vicent; han cedido la mayoría de sus acciones al fondo de inversión estadounidense Falcon Private Holdings que, además, y según ha podido saber este rotativo, se encuentra negociando con otras empresas del sector de igual o, incluso, menor tamaño que Halcón, como es el caso de una firma de Onda con la que está a punto de cerrar la operación con las mismas condiciones: comprar más del 50 % de las acciones.

Cuatro plantas

Grupo Halcón cuenta en la actualidad con cuatro plantas productoras y dos almacenes logísticos y el año pasado sumó unas ventas por valor de 150 millones de euros gracias a una importante presencia en el mercado internacional, siendo Europa, con España a la cabeza, el principal destino de sus pavimentos y revestimientos cerámicos; seguido de Estados Unido y Oriente Medio. El interés del capital internacional por el azulejo de Castelló no es nuevo. Hace ya décadas que los inversores extranjeros se comenzaron a interesar por la industria castellonense productora de pavimentos y revestimientos cerámicos, repitiendo, de alguna manera lo que mucho tiempo atrás pasó con el sector de los esmaltes y colores cerámicos. Y así llegaron al distrito cerámico de Castelló fábricas procedentes de Grecia (Venus) o Portugal (Recer), y recientemente se inició el desembarco, al parecer paralizado, de la azulejera turca NG Kutahya.

Pero ahora, el capital extranjero compra las marcas castellonenses. La primera, de la actual oleada, fue Zirconio, empresa histórica para la industria cerámica española y mundial, ya que en sus laboratorios surgió el proceso de monococción que le permitió al Tile of Spain protagonizar un importante despegue a nivel internacional.

Zirconio fue vendida por 7 millones de euros a la empresa malaya Niro Granite en marzo de 2013. Sin embargo, la nueva dirección no logró devolver a la firma el esplendor que tuvo año atrás y este mismo año, después desprenderse de gran parte de su capital humano, ha iniciado una nueva etapa en la que su producto es fabricado por terceros.

Rocersa también ha pasado a estar controlada por capital extranjero. El pasado mes de junio se anunció oficialmente que los fondos que gestiona la empresa estadounidense Avenue Capital había comprado el 100 % de las acciones de la compañía.

Victoria PLC: el desembarco

Pero el caso más significativo de todos es el protagonizado por la firma escocesa Victoria PLC, especializada en la fabricación y comercialización de moqueta y que ha desembarcado en la industria cerámica por la puerta grande al hacerse con el accionariado de Keraben y Saloni, dos auténticos «pesos pesados» a nivel mundial.

Victoria PLC, al parecer, quiere emular a la estadounidense Mohawk que, de la noche a la mañana, se convirtió en el primer productor de pavimentos y revestimientos cerámicos del mundo con la compra de la italiana Marazzi.

Victoria PLC quiere posicionarse, desde Castelló, en el mercado global de los pavimentos y revestimientos cerámicos. Por Keraben pagó ??? millones de euros. la factura de Saloni fue más modesta: ?? millones de euros en efectivo, al tiempo que los actuales propietarios de la marca de Sant Joan de Moró asume otras obligaciones del pasivo circulante de la empresa.

Mantenimiento de las marcas

En ambos casos, tanto el de Keraben como el de Saloni, Victoria se comprometió a mantener los puestos de trabajo y conservar activas ambas marcas al parecer con el objetivo de crear un grupo empresarial similar al de Pamesa, Porcelanosa o la ya citada Marazzi, en los que conviven diversas marcas que les permiten llegar a un mayor número de países y, sobre todo, ampliar su cartera de clientes.

De hecho, los vendedores de Saloni, Mosaiq aseguraron que la integración de Saloni en Victoria «apuntala y refuerza su proyección, y la consolida a nivel mundial como una de las principales marcas de futuro en el sector». El Tile of Spain se convierte, cada día, en una marca más internacional y bien considerada por consumidores e inversores.

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