«La industria cerámica debe encontrar fórmulas para acabar con la dependencia energética del gas y mejorar su consumo», asegura el presidente de la Asociación Española de Técnicos Cerámicos (ATC), Juan José Montoro, quien afirma que ya existen proyectos para realizar la cocción de las baldosas con electricidad, microondas y láser, pero el problema para explotarlos a nivel industrial es que encarece el proceso: «Todavía se tratan de sistemas muy caros, lo que obliga a mantener el uso del gas para no perder competitividad».
El presidente de los técnicos cerámicos ha realizado estas declaraciones a modo de resumen de la jornada que ATC celebró el pasado viernes en la sede de la patronal azulejera Ascer, y en la que reunió a más de 150 profesionales de la industria azulejera española para hablar de autoconsumo y eficiencia energética, así como el papel de juega la energía en el nuevo modelo industrial 4.0. Una jornada en la que se contó con la colaboración de la Fundación para la Eficiencia Energética de la Comunitat Valenciana (f2e).
Montoro reconoce que la energía juega un papel «muy importante» en la competitividad del sector cerámico castellonense: «El precio de la energía no guarda relación ninguna con el mercado global y nos resta competitividad. Además nos restringen el uso de tecnologías eficientes como las turbinas de gas».
Montoro, que apuesta por el desarrollo de sistemas mixtos que combinen el gas y la electricidad, asegura que se impone «un esfuerzo investigador todavía mayor para hacer rentables esos proyectos» ya que, según explica, «los derechos de carbono van a estar cada vez mucho más caros y, para seguir siendo, competitivos, debemos tomar medidas para buscar alternativas al gas y facilitar, de este modo, el proceso de descarbonización del sector cerámico, como puede ser la energía solar o la eólica y, por supuesto, la cogeneración, que actualmente es la mejor y las más limpia fórmula para utilizar el gas, pero que también la están limitando».
De hecho, el borrador del plan energético para el periodo 2012-2030 contempla el cierre de «una de cada tres plantas de cogeneración existentes en España», explica el presidente de la Asociación Española de Cogeneración (Acogen), Javier Rodríguez, quien también participó en la jornada de ATC y f2e. En este sentido, hay que subrayar que en 2030, el sector cerámico, industria que suma más plantas de cogeneración a nivel nacional, podría perder 9 de las 28 instalaciones que tiene actualmente.
El papel de la cogeneración
Rodríguez destaca que hacer efectivo ese «borrador hecho con prisas» tendría «un impacto brutal sobre la industria cerámica». En este sentido, lamenta que mientras la Administración sí que reconoce, por lo menos sobre el papel, la importancia de la industria, «luego, cuando llegan los técnicos a hacer los planes, ni tienen conocimiento industrial ni se cuenta con la industria para que ella diga cómo se debe hacer esa transformación energética».
Precisamente, el presidente de Acogen lamenta que hace solo un año «la comisión de expertos dijo que la cogeneración iba a crecer un 42 % hasta el año 2030, hace solo dos meses se ha informado que vamos a decrecer un 32 %... Y ante eso decimos que no puede ser, porque la industria necesita políticas estables y necesita que se tomen decisiones estables para hacer la transición energética. El sector necesita una regulación estable a largo plazo, y la de ir cerrando plantas no es una decisión aceptable por parte de nadie».
El presidente de Acogen asegura que, a través de una comisión de expertos, la asociación ha manifestado a los responsables técnicos y políticos del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima que con cogeneración «el plan sale mejor. Un plan sin cogeneración no aprovecha todas las ventajas de adoptar un plan con más cogeneración. Por ejemplo: un plan con más cogeneración baja casi un 20 % las emisiones de C02 del país en la generación eléctrica en 2030 y un plan con más cogeneración va a implicar más industria».
La situación de la cogeneración es «compleja» porque, según Javier Rodríguez, «funciona en todos los países del mundo con una regulación diferente, y en España hay que encontrarle una regulación que permita su desarrollo. Y depende mucho de como se regule políticamente ese marco en el que tienen que desarrollar su actividad. Ahora mismo se ha regulado el marco del autoconsumo, y la cogeneración es el principal autoconsumidor de energía del país, porque sigue consumiendo la mayor parte de la energía que genera. Y poder vender la que sobra sería una forma de regulación que hoy no es viable».
