Prissmacer ha aprovechado la celebración de la última edición de la feria Cersaie para conmemorar su décimo aniversario. El gerente de la joven firma, Salvador Moros-Sánchez, asegura que, pese al crecimiento exponencial registrado desde el primer día y pese a contar «con una oferta cerámica que incluye todo tipo de formatos y acabados», Prissmacer todavía no ha alcanzado su madurez definitiva «y nos queda bastante más por hacer, y por eso trabajamos desde el aspecto de nuevos diseños, nuevas tipología de producto y nuevos usos cerámicos».

Prissmacer nació en plena crisis económica y su gran éxito fue, según explica su gerente, apostar por la exportación y la diversificación de mercados. «Fue un acierto ver a España como un país más y no como el centro de nuestro comercio. Vemos al cliente como el centro de nuestras operaciones, intentando pensar en global pero actuando en local, y así llegamos a un producto con diseño actual a un precio correcto y sobre todo, y eso es lo más difícil, un servicio de disponibilidad y posventa muy apreciado por nuestros clientes», dijo. España es el primer y más importante cliente de Prissmacer, y a nivel internacional están Francia y EE UU.