Causa-efecto. La incertidumbre comercial en la que están inmersos los dos grandes líderes mundiales en la fabricación de pavimentos y revestimientos cerámicos ha pasado factura al principal proveedor de maquinaria y tecnología, la todopoderosa Italia. Así se desprende del informe que acaba de avanzar la patronal transalpina Acimac, y en la que se pone de manifiesto que la facturación del sector ha retrocedido en 2019 hasta situarse en 1.780 millones, ni más ni menos que un 17,5 % menos que en el ejercicio precedente 2018, en el que se facturó 2.158 millones de euros. En este sentido hay que recordar que el sector encadena un nuevo año de recesión, ya que en 2018 se registró una caída del 3,5% con respecto a 2017.

El departamento de Investigación de Acimac, la Asociación Italiana de Fabricantes de Maquinaria y Equipos de Cerámica, afirma que el año 2019 ha supuesto un punto de inflexión, según los primeros indicadores divulgados de manera preliminar. Y es que el ejercicio ha sido malo tanto dentro como fuera de Italia. En el mercado interno transalpino, la facturación ha sumado 414 millones de euros, lo que implica una reducción del 27,7 % con respecto a los datos de 2018.

En este caso, la desaceleración hay que buscarla en la finalización de las líneas de incentivos fiscales que se habían activado por parte de la administración para impulsar la mejora de la productividad y la competitividad de las empresas. Por su parte, las exportaciones se han encogido en un 13,8 %, es decir, reduciendo las compras hasta en 1.366 millones de euros.

«Esperábamos una disminución en el mercado interno italiano debido a las enormes inversiones ya realizadas por los fabricantes italianos, pero en 2019 varios de nuestros mercados de exportación experimentaron un cierto grado de dificultad y adoptaron un enfoque más cauteloso, después de un comienzo positivo del año, lo que terminó derivando hacia una disminución general de las inversiones», afirma el presidente de Acimac, Paolo Sassi, en su balance anual.

«La cuota de exportación de nuestro sector se mantiene por encima del 76% y confiamos en que algunos de los distritos de producción que atendemos en todo el mundo continuarán modernizando sus líneas y reanudarán las inversiones que habían pospuesto en el año 2019», continúa. «Esto les permitirá fabricar productos de mayor calidad de valor añadido estético, al tiempo que les posibilitará conciliar las necesidades de eficiencia y automatización de procesos con la creciente atención a los problemas ecológicos, especialmente en los mercados maduros», agrega. Precisamente, Sassi apunta que «en este sentido, los fabricantes italianos de maquinaria cerámica definitivamente han conservado su posición de liderazgo mundial».

Aun así, las previsiones de la patronal italiana de fabricantes de maquinaria cerámica y bienes de equipo son muy cautelosas. Esto es fruto de la preocupación que genera la continua turbulencia geopolítica que se dan en los mercados, fruto de aranceles y tensiones comerciales a nivel internacional, así como el fracaso de las políticas del gobierno italiano para abordar adecuadamente las necesidades de crecimiento de las empresas.

«Según las proyecciones macroeconómicas, el crecimiento del PIB mundial continuará desacelerándose», anticipa Sassi. «Por lo tanto, esperamos mantener nuestras posiciones y consolidar nuestras cuotas de mercado con respecto a nuestros competidores. 2020 también será el año de Tecnargilla, donde la industria italiana tendrá una vez más la oportunidad de mostrar sus niveles de innovación y excelencia tecnológica», añade.

Hay que recordar que la industria italiana de pavimentos y revestimientos cerámicos ha cerrado el año 2019 con unos datos que hablan de caída de producción: según las primeras estimaciones de la patronal Confindustria Cerámica, las empresas del clúster italiano vendieron del entorno de 409 millones de metros cuadrados de baldosas, un millón menos que el año anterior, fruto de la caída del negocio en dos millones de metros cuadrados en el ámbito internacional, solo compensadas en parte por el aumento de la actividad en el mercado doméstico, donde el comercio aumentó en un millón de metros cuadrados, situándose en unos 82 millones de metros cuadrados.

Tampoco 2019 ha sido un ejercicio excesivamente boyante para las empresas de recubrimientos cerámicos para el sector español. Según las estadísticas facilitadas por el presidente de la patronal cerámica Ascer, la facturación total se alzó en un 3%, fruto de una mejora del mercado doméstico, de un 8 % aproximadamente, hasta situarlas en los 900 millones de euros, «aunque han perdido fuerza», mientras que las exportaciones se elevaron en un 3 %, alcanzando los 2.700 millones de euros, dando muestras también de ralentización con respecto a ejercicios anteriores.