Tecnargilla, la feria de maquinaria cerámica de Rímini, vuelve a abrir sus puertas después de cuatro años de silencio, ya que la edición de 2020 fue suspendida por la pandemia. Reconvertida en Tecna, la manifestación italiana abrirá sus puertas mañana, 27 de septiembre, y se alargará hasta el próximo viernes. Rímini se convertirá en el punto de encuentro para todas las empresas que, a nivel mundial, están encargadas del suministro de tecnologías, sistemas y servicios para la industria cerámica

Tecna, abreviatura de Salón Internacional de Tecnologías y Suministros para la Industria de Recubrimientos, se desarrollará en 14 pabellones instalados en el ala este del recinto ferial de Rímini, ocupando un total de 70.000 metros cuadrados. Las novedades de Tecna 2022, más allá del nombre, también incluyen nuevas secciones e itinerarios temáticos, una oferta de conferencias más amplia y transversal y nuevos eventos.

Tecna reunirá a 300 empresas, de las que un 30 %, según fuentes de la organización, serán extranjeras, y representan a 17 países. Es decir, 3 de cada 10 empresas expositoras acudirán a Rínimi de fuera de España. Los países con mayor representación serán España, Turquía, Alemania, China, Portugal, Francia , Suiza, República Checa, Grecia y Estados Unidos.

Tecna se ha marcado como objetivo, según fuentes de la patronal Acimac, que organiza el evento, «presentar de la mejor manera posible los contenidos de la innovación avanzada realizada en los últimos 4 años, un período de evidentes cambios profundos cuyo impacto está destinado a revolucionar el futuro de la producción industrial de recubrimientos y la forma de hacer cerámica».

A pesar de la crisis que afecta a la industria europea, desde la feria se subraya que, a nivel mundial, «sigue habiendo una demanda muy fuerte de inversiones tecnológicas en todos los sectores de la industria cerámica. Unas inversiones impulsadas por objetivos que, muchas veces, son diferentes por el tipo de empresa o por la zona geográfica en la que esté ubicada: para unos es la necesidad de incrementar volúmenes y productividad, para otros la puesta en marcha de producciones directamente en los mercados finales, también hay empresas que buscan el reposicionamiento en gamas de producto y mercado superior, mientras que para casi todos, al menos en los mercados más maduros, es la necesidad de adaptarse rápidamente a las políticas de transición energética y a los escenarios de producción y mercado hoy más complejos por las tensiones en el frente de costos, cadena de suministro y logística».