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Actuar un segundo antes de lo sensato

No hay ninguna duda de que Innovación es una palabra importante. Igual que en el pasado hablábamos de excelencia o calidad, ahora no podemos obviar la palabra mágica que políticos, empresarios o académicos ensalzan como uno de los drivers de la competitividad de las economías modernas. De entre las múltiples definiciones que circulan en la red, he elegido la de Ignacio Hernández Medrano, neurólogo del Instituto Ramón y Cajal de Investigación Sanitaria y premio Call to innovation de la Singularity University: «La innovación es actuar un segundo antes de lo sensato», asegura este prestigioso profesional.

En el sector logístico-portuario también hablamos mucho de innovación. Y en el caso del puerto de Valencia con cierta intensidad pues, a lo largo de nuestra historia reciente, nos hemos querido diferenciar por incorporar la innovación tecnológica y organizativa en muchos de nuestros procesos, anticipándonos al mercado y creando sistemas pioneros en ámbitos como la gestión medioambiental, las herramientas de calidad global o las tecnologías de la información al servicio de la eficiencia de la cadena logística. De entre los agentes que con mayor intensidad incorporan la innovación destacan las terminales de contenedores, cuyo liderazgo en la aplicación de tecnologías para la mejora de la eficiencia energética y operativa queda patente cada día en las iniciativas que ayudan a la descarbonización de su actividad mediante la incorporación de combustibles alternativos.

No obstante, no podemos caer en la trampa de pensar que ahora que somos líderes podemos relajarnos; más bien al contrario, nuestros competidores ya hablan de autosuficiencia energética, del uso del hidrógeno como combustible para la maquinaria portuaria, de la automatización total de buques y terminales portuarias, de la inteligencia artificial y el machine learning o de la creación de ecosistemas para el impulso de la innovación continua; y actúan en consecuencia. Sólo con la monitorización permanente de las innovaciones tecnológicas podremos seguir a la cabeza de un sector tan competitivo como el nuestro.

Pero no sólo de tecnología vive el puerto. La innovación al servicio de la competitividad de nuestras empresas pasa por nuevos esquemas de colaboración en la creación y gestión de conocimiento, aprovechando las herramientas de inteligencia del mercado que permitan optimizar la toma de decisiones en entornos competitivos. En esta dirección, citaré la última iniciativa que la APV junto a la Fundación Valenciaport y con el apoyo de un conjunto relevante de navieras, agentes marítimos y transitarios ha presentado recientemente. Se trata del Valencia Containerised Freight Index, herramienta de seguimiento de los precios del transporte marítimo, al servicio de la mejora de la competitividad logística de las exportaciones de las empresas que utilizan nuestro puerto. Cargadores, operadores logísticos y analistas obtendrán una referencia de evolución de los precios, agregados en un principio y segmentados por áreas geográficas a corto plazo. La apuesta por cambiar el futuro antes que poner parches al presente, será lo que nos defina como puerto y nos diferencie de nuestros competidores.

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