La conferencia anual celebrada en València por la Asociación Española de Promoción del Transporte Marítimo de Corta Distancia (SPC Spain) ha puesto sobre la mesa algunos de los principales obstáculos que las navieras están encontrando para impulsar las llamadas autopistas del mar en el transporte de mercancías. Estas rutas, que desde hace dos décadas quiere impulsar la Comisión Europea para evitar el colapso en las carreteras del viejo continente y para contribuir a la descarbonización del medio ambiente, encuentran ahora algunas reticencias de navieras porque necesitan compensar los nuevos costes medioambientales con una rebaja de las tasas por utilizar sus muelles.
Las autopistas del mar disminuyen las emisiones de CO2 y suponen importantes ahorros económicos. En concreto, en las líneas de Valenciaport con Italia -que opera la compañía Grimaldi y une los recintos de València con Livorno y Savona, y Sagunt con Salerno, Civitavecchia y Cagliari-, el ahorro del barco respecto al camión se cifra entre el 30% y el 50%. De ello se beneficia sobre el transporte de automóviles y camiones.
Otras mercancías
El tráfico rodado en el puerto de Valencia tiene la singularidad de ser sin pasaje y representa cada año más de 200.000 plataformas transportadas entre los enclaves de València y Sagunt. Además de los automóviles este tipo de rutas son utilizadas para el tránsito de productos como aceite, vino, maquinaria, alimentos envasados y refrigerados.
Estos dos grandes recintos valencianos forman parte de los 20 puertos más importantes de Europa y concentran la mitad de todo el tráfico de mercancías de la Unión Europea. El presidente de Valenciaport, Aurelio Martínez, afirma que Europa es una potencia portuaria que cuenta con 1.200 puertos y de entre ellos, 316 son los que centralizan el volumen de tráfico intereuropeo y 83 integran la red principal. De los casi 3.900 millones de toneladas manipuladas en 2016, un total de 1.400 corresponden al tráfico intereuropeo de corta distancia. Antes esas cifras, Martínez lamenta la «poca atención que presta la Unión Europea a las autopistas del mar» en la actualidad.
El viejo continente es una potencia portuaria mundial y más del 50 % del tráfico de sus recintos es de short sea shipping. En ese sentido, Martínez hace hincapié en las grandes inversiones que se están llevando a cabo en otros modos de transporte; a pesar de que el marítimo es el más respetuoso con el medio ambiente. En 2019, el puerto de València dispondrá de una estación de gas natural licuado fija para buques.
Por su parte, la navieras reclamas un recorte de las tasas portuarias para impulsar este tipo de tráficos. El presidente de Suardíaz, Juan Riva, reconoció en dicha jornada las oportunidades que ofrecen esta rutas para simplificar y agilizar los flujos administrativos portuarios. Mientras, Guillermo Alomar, de Baleària, destacó la apuesta de esta naviera por el gas natural. La naviera de Dénia tiene dos ferries de nueva construcción próximos a entrar en servicio y en otros cinco renovará sus motores durante los próximos años.
