El año 2019 va a ser un año cargado de acontecimientos». Así resumía su intervención el presidente de la Autoridad Portuaria de València (APV), Aurelio Martínez, al término del encuentro del último consejo de administración de este ejercicio y en el que informó a los presentes de sus deseos para 2019. Faltaron el alcalde del cap i casal Joan Ribó, muy crítico con algunos proyectos como la ZAL, el acceso norte o la terminal de cruceros y quien no suele pisar demasiado el Edificio del Reloj, así como la viajera eurodiputada Inmaculada Rodríguez-Piñero.
Para redactar su carta a los Reyes Magos Martínez se armó de optimismo al anunciar que el año entrante resulta clave para lanzar dos históricos proyectos de Valenciaport que durante mucho tiempo han permanecido en el sueño de los justos. Se trata de la zona de actividades logísticas (ZAL) que en «marzo o abril», según el máximo mandatario del recinto del Grao, podría iniciarse su comercialización. Esperemos que no surja ningún imprevisto más porque al menos cincuenta empresas se han interesado por comprar parcelas. De lo contrario se podrían fugar a Barcelona, como ya hizo Amazon, entre otras multinacionales.
Pero el principal objetivo en el inventario relatado por Martínez a los consejeros portuarios es la licitación y próxima adjudicación -no más allá de junio de 2019, cuando acaba su mandato, puntualizó- de la macroampliación norte. La nueva terminal de contenedores, que costará 1.200 millones de euros, «es el proyecto más relevante de la Comunitat Valenciana en muchos años». Por eso reclama un gran consenso social y político. También indicó a la «señorías» del máximo órgano de gobierno que «necesitamos la puesta en marcha de Parc Sagunt II». Lo dijo porque sostiene que a principios de enero concluirá el proceso de venta de su gran parcela en ese polígono industrial y logístico a Tempe,la filial de calzado del gigante Inditex. El alcalde de Sagunt, Quico Fernández (Compromís), a la sazón también vocal de la APV, asintió. Es inversión y empleo para la comarca. Martínez también afirmó que Puerto Seco de Madrid se ha quedado pequeño, que la terminal de Ford va muy bien -veremos qué pasa con los ajustes que prepara la firma del óvalo azul- y que la modernización del eje ferroviario Mediterráneo-Cantábrico va por buen camino.
Quien sigue menos viajero últimamente es el naviero Vicente Boluda, pues cada vez da más juego a sus vástagos Vicente, Ignacio y Verónica en el negocio familiar y pocas veces falla al consejo de administración de la APV. Eso sí, en este último tuvo que ausentarse durante la votación del procedimiento de rescate de la concesión de Unión Naval València, donde Grupo Boluda tiene su cuartel general. Su cuartel general se desplazará a un recinto próximo, en el que tendrá que construir sus oficinas. El histórico astillero se convertirá en terminal de cruceros y buques de líneas regulares de pasajeros.
Muchos deberes para 2019.
