Soplan vientos de cruel darwinismo para los transitarios: adaptación digital o muerte. Quedan pocos años por delante para transformarse o perecer. Se dice que un transitario es una agencia de viajes de mercancías que financia como un banco. Todos sabemos cómo ha afectado la digitalización a estos dos sectores: cierres por las ventas de vuelos y hoteles online, y dramática reducción en el número de sucursales (30% en los últimos 10 años) y de trabajadores (-20%), porque el consumidor prefiere operar desde su casa con el móvil en lugar de acudir a la oficina bancaria. Cuando las barbas de tu vecino veas cortar?
¡Qué difícil es transformar un modelo de negocio desde dentro! Se necesita visión y coraje. En 1975, Steve Sasson, un investigador de Kodak, presentó una invención que suponía el principio de la fotografía digital. Sus jefes le dijeron que sí, que estaba bien, pero que mejor no se enterara nadie. Y ya conocemos el final de la historia?
La tecnología existente permite esta transformación. Es cierto que resulta complicado competir con los Google y Amazon en innovación, pero sí es posible -y hasta obligatorio- seguir los avances tecnológicos disponibles y ver cómo usarlos en nuestro favor. El potencial disruptivo del machine learning, la ubicuidad de los smartphones o el crecimiento de los dispositivos IoT son solo algunos factores que van a cambiar, para siempre, el ecosistema competitivo de la logística. En cualquier momento, una pequeña iniciativa con la tecnología correcta y con una agresiva implementación se puede llevar por delante el negocio de muchos. Aviso a navegantes.
Ahora bien, hacen falta talla y recursos. ¿Cómo competir digitalmente con compañías como Flexport, que ha recibido una inversión de 304 millones de dólares de Google Ventures, o con FreighOS, otra de las grandes startups de logística, que ha recibido ya una inyección de 93 millones? No queda más remedio que ganar talla o que colaborar para hacer frente a semejantes competidores, que no estaban en el mapa hace tan solo cinco años. En la batalla no triunfarán quienes se digitalicen, sino quienes sean digitales y operen en logística.
Alguno dirá, como Jorge Manrique, que cualquier tiempo pasado fue mejor. Melancolías aparte, lo que sí es cierto es que cualquier tiempo pasado fue sencillamente distinto. Ya sabemos que el cambio es una constante, pero el avance tecnológico exige un mayor ritmo. ¿Crisis? ¿Amenaza? Es mejor hablar de oportunidad única.
Las claves están a la vista de todos. No sobrevivirán los más inteligentes ni los más fuertes, sino los más digitales.
