La Autoridad Portuaria de Valencia (APV) ha cerrado sus cuentas anuales correspondientes al ejercicio 2018 con una cifra de negocio de 138 millones de euros, un descenso del 0,9 por ciento respecto al año anterior, y se ha reducido la deuda a largo plazo, situándose en 399,4 millones de euros. En cuanto a los resultados antes de impuestos han ascendido a 33,73 millones de euros, lo que supone un incremento del 4,7 % respecto al ejercicio anterior, según el informe presentado este viernes en el Consejo de Administración de la APV. En cuanto a los gastos de personal, han ascendido a 21,85 millones de euros, para una plantilla de 446 trabajadores, tres menos que el año anterior, han informado fuentes de la Autoridad Portuaria. l director general de la APV, Francesc Sánchez, manifestó ayer que se trata de unos resultados «muy positivos», en un año además en el que han bajado las tasas de mercancías.
