Las mujeres también quieren ser estibadoras en el Puerto de València. Este colectivo profesional formado por 1.600 trabajadores fijos (a los que hay que sumar una bolsa de trabajo temporal) y donde las féminas representan un mínimo porcentaje de la plantilla, también avanza en la igualdad. Y eso en pleno proceso de liberalización del sector en toda España (trabajan unos 7.000 empleados) tras la directiva de Bruselas y posterior condena del Tribunal de Justicia de la UE al Gobierno central por no implementar la normativa europea para la actividad de la estiba.
El Puerto de València, a diferencia de otros recintos españoles donde las mujeres han tenido más dificultades para acceder a la profesión -es el caso de Algeciras, que no pudo romper este techo de cristal hasta 2017- incorporó la primera mujer estibadora en 1998; si bien desde 1995 ya había encargadas de labores de estiba como empleadas eventuales. Con todo, las titulaciones promovidas por el Gobierno durante estos últimos años para acceder este trabajo tan bien remunerado son cursadas por hombres en más del 95 % de los casos, según fuentes de Coordinadora de Trabajadores del Mar, sindicato mayoritario en los muelles.
Cumplir el Real-Decreto
Con todo, algo está cambiando en el sector. La Fundación Valenciaport, entidad certificada por el Servicio Valenciano de Ocupación y Formación (Labora), ha comenzado a impartir este mes la formación necesaria para obtener el certificado de profesionalidad de operaciones portuarias de carga, estiba, descarga, desestiba y transbordo (denominado MAPN0712). La primera edición del curso para obtener esta capacitación cuenta con 24 alumnos del curso, de las que un tercio son mujeres.
Cumplirán así la formación prevista en el Real decreto 988/2019, que acredita el conjunto de competencias profesionales y capacitan «para el desarrollo de una actividad laboral para la prestación del servicio portuario de manipulación de mercancías». El curso, además, puede compatibilizarse con turnos de trabajo de los estibadores en activo, una situación que afecta a algunos trabajadores que deberán ponerse al día de lo que exige la nueva regulación contemplada en la normativa.
El curso también ofrece las 400 horas de prácticas necesarias por normativa para aquellos alumnos que no tienen la experiencia laboral necesaria y que, por tanto, necesitan cursar el módulo de prácticas. Con todo ello obtendrán, al finalizar en curso, en febrero de 2020, su certificado acreditativo. El claustro de profesores está formado por profesionales del sector y expertos en las temáticas que indica el real decreto ley. Según la Fundación Valenciaport, se trata de un «hito en el sector de la formación portuaria» y en los programas que dirige esta entidad sin ánimo de lucro, quien ya está preparando las próximas ediciones.
El Centro Portuario de Empleo (CPE) de València, la antigua Sevasa, cuenta con mujeres en los órganos de representación de los trabajadores desde hace poco tiempo. Tras la últimas elecciones sindicales -un pacto a varias bandas propició la presidencia a Jorge García (CC OO)- el comité de empresa incluye a dos mujeres: Natalia Vicente (delegada de Coordinadora) y Carmen Miralles (de Comisiones), a la sazón secretaria de este organismo sindical.
