Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Inversiones

El uso del gas natural atrae al sector energético y del transporte a Valenciaport

El grupo valenciano ESK y Boteros Amarradores (Tarragona) se instalan en el recinto del Grao - El aumento de la demanda de GNL incrementará el negocio de distribución de Molgas Energía

Reunión del consejo de administración de la Autoridad Portuaria de València, presidido por Aurelio Martínez. germán caballero

El próximo 1 de enero de 2020 el límite máximo general de contenido de azufre en los combustibles marinos pasará en todo el mundo del 3,5 % al 0,5 % (es decir, se reducirá en un 86 %). Esta nueva normativa, incluida en el Convenio Internacional para prevenir la contaminación por los Buques (Marpol, por sus siglas en inglés), desarrollada por la Organización Marítima Internacional, dependiente de la ONU, acelera el uso del gas natural licuado (GNL) -menos contaminante - entre las navieras y atrae inversiones de empresas del sector da la energía, transporte y logística marítima en los puertos.

Ante las nuevas reglas del transporte marítimo varias compañías han anunciado su desembarco en el recinto del Grao. Es el caso de ESK, empresa del sector del transporte, logística de graneles y productos petroleros. La empresa participada por la familia valenciana Corell ya cuenta desde esta semana con el visto bueno de la Autoridad Portuaria de València (APV) para prestar servicios portuarios de suministro de gas natural licuado a buques mediante camión cisterna en este emplazamiento.

También otra empresa del negocio de servicios marítimos, Boteros Amarradores de Tarragona, comenzará en breve a prestar servicios de suministro de combustible a embarcaciones mediante buque-tanque o gabarra en una de las zonas de fondeo del recinto del Grao. Así lo ha aprobado el consejo de administración de la entidad presidida por Aurelio Martínez.

Centro de repostaje

El gas natural licuado reduce las emisiones de dióxido de carbono más de un 25 % y elimina partículas contaminantes y dióxido de azufre y de nitrógeno. El aumento de la demanda de esta combustible fósil ha llevado a Molgas Energía a poner en marcha una instalación fija -es decir, una 'gasinera'- en el espigón Túria Sur del Puerto de Valencia, lo que representa la primera instalación de estas características en la costa mediterráneo española.

Tras años de especialización, Grupo Molgas se ha posicionado como el líder en el mercado del suministro de GNL. Esta compañía, en plena fase de expansión y con previsión de nuevas aperturas en otras instalaciones fijas, tiene licencia para comercializar gas natural en España, Francia y Portugal. Cuenta con flota de transporte propia de GNL, que es una de las más importantes de Europa en el sector. Según la Autoridad Portuaria de València, el centro de repostaje de gas natural acelerará los planes de Valenciaport para reducir las emisiones de dióxido de carbono y eliminar partículas contaminantes, sobre todo de dióxido de azufre y de nitrógeno.

El gas natural licuado es la solución en la que apuestan navieras como CMA CGM -una de las cinco compañías más grandes del transporte marítimo mundial de contenedores- o la valenciana Baleària. La mercantil presidida por Adolfo Utor está inmersa en diversos proyectos que le permitirán disponer de nueve buques navegando a gas a partir de 2021. Además de tres nuevas construcciones otro de los proyectos es el de la remotorización de seis de sus buques. Por el momento ya han concluido los trabajos de cambios en dos de ellos: el Nápoles y el Abel Matutes y a ellos se sumará el Bahama Mama, el próximo mes de enero. Además, a lo largo de 2020 se llevarán a cabo las otras tres reestructuraciones: en el Martin i Soler, Sicilia y Hedy Lamarr. La inversión total de estas seis operaciones será de unos 72 millones de euros (12 millones por buque), un 20% del cual será sufragado a través de fondos de la Unión Europea.

Mientras tanto las actuales terminales MSC (primer cliente de la APV y compañía que planifica la construcción y explotación de la nueva terminal de contenedores, pendiente todavía de la adjudicación y de la polémica por la evaluación ambiental) y Grimaldi del Puerto de València utilizarán dos máquinas propulsadas por hidrógeno para cargar y descargar contenedores y para introducir camiones en los barcos. Eso forma parte también de un proyecto de mejora de eficiencia energética y de reducir emisiones enmarcado en el cambio de modelo.

Compartir el artículo

stats