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Tribuna

"Impeachment" al puerto

"Impeachment" al puerto

Desde hace más de 7 meses, con la segunda parte de los gobiernos de izquierdas-nacionalistas, el puerto de València está sometido a un férreo juicio político que está haciendo tambalear una inversión privada de más de 1.000 M?. Ni el Ayuntamiento ni la Generalitat se manifestaron en contra en la legislatura pasada. ¿Por qué no lo hicieron? ¿Eco-esnobismo electoral?

Dentro de este juicio político a la ampliación del puerto -o si me permiten el paralelismo, de este impeachment al puerto- hemos escuchado argumentos tan demagogos como que «el dilema es entre vida o no vida» o tan extravagantes como «la Albufera puede ser un manglar y habrá que cocinar la paella con basmati» ( Mónica Oltra dixit). Sin entrar en profundizar en estas metáforas tan pintorescas, el verdadero interés de Compromís no es someter la ampliación a nueva Declaración de Impacto Ambiental, su verdadero interés es bloquear una inversión millonaria que haría crecer exponencialmente una de nuestras principales infraestructuras creadoras de empleo. Me remito a unas declaraciones de la consellera Mireia Mollà: «Una nueva DIA impediría el desarrollo del puerto».

Y este es el verdadero quid de la cuestión. Compromís no quiere el desarrollo del puerto de València y los socialistas navegan en una indefinición que hace zozobrar la seguridad jurídica, tan necesaria para que lleguen inversiones a la Comunitat Valenciana en un momento de desaceleración económica y cuando suenan las alarmas en materia de empleo: 9.000 parados más en enero, cerca de 1.000 en València.

Así pues, el dilema está en avanzar o estancarse. La ampliación debe hacerse porque generará miles de puestos de trabajo, debe llevarse a cabo para no ceder posiciones ante el puerto de Barcelona e indiscutiblemente debe realizarse con las máximas garantías medioambientales.

Apoyar la ampliación del puerto no es estar en contra de nuestro litoral. Caer en esta dicotomía es reduccionista y simplista, un error frecuente de los que dicen ser de «la nueva política». No podemos olvidar que la ampliación ya está hecha, que las modificaciones se harán con arreglo a la ley y que la DIA contempla un «Programa de vigilancia ambiental» para velar por el cumplimiento de las medidas correctoras y elaborar nuevas si hay impactos no previstos.

Ecologismo

Enarbolar la bandera del ecologismo está muy bien pero si la coherencia acompaña. Los mismos que critican la ampliación han rechazado aumentar el presupuesto para l'Albufera o siguen comprando vehículos contaminantes para la Policía Local. El verdadero debate -y espero que esté lejos de sectarismos ideológicos- estará en el acceso norte, que creo que hay que replantear. Josep Vicent Boira hizo este martes una interesante apuesta por el acceso ferroviario y me quedo con una frase que dijo al finalizar: «No hacer nada, no es una opción». Es momento de tener debates de altura. Tengámoslos.

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