E l sector portuario es una comunidad en la que conviven empresas públicas y privadas que desarrollan los servicios portuarios. La actividad de este ámbito está representada en el consejo de administración de la Autoridad Portuaria de València (APV), donde también hay presencia política y sindical. Sector donde las empresas necesitan unas de otras, para alcanzar beneficios y reconocido prestigio. Empresas, que podrían velar por unas mejores condiciones laborales para sus empleadas y empleados tanto públicos como privados, pues son ellas y ellos en gran medida las y los responsables, que día a día con su esfuerzo llevan al Puerto de València a conseguir esos beneficios y prestigio del que tanto se presume en todos los medios.
Pues bien, a día de hoy todavía tenemos convenios por negociar, acuerdos por firmar, una temporalidad en la contratación que va en aumento en el sector público, pese a los procesos de consolidación de empleo de 2017 y 2018, temporalidad que se refleja en el sector privado en la misma o mayor medida, hoy estas y mañana no. En consecuencia y conclusión una precariedad laboral en un sector en auge, una paradoja curiosa.
Ahora, con la vista puesta en la nueva legislatura, esperamos ese cambio en las políticas sociales estandarte de la izquierda. Esperamos y deseamos cambios desde el seno del consejo de APV. Las trabajadoras y trabajadores necesitamos avanzar en contraposición a la pasividad sufrida durante los años dirigidos por el PP.
Ampliación del puerto sí, ampliación del puerto no, ayuntamiento y Autoridad Portuaria, en una encrucijada, empresas, empresarios, políticos y ecologistas, todos a la greña, pero quien se acuerda de las trabajadoras y trabajadores y de sus inquietudes, de sus necesidades, la precariedad está instaurada en muchos aspectos: calidad de empleo, diferencias económicas que en algunos casos rondan los 9.000 euros entre empleados con idénticas funciones, en relación a otros puertos a los que el Puerto de València ya hace años ha superado en tráfico de mercancías, ninguneo de las lamentables condiciones de trabajo.
El personal necesita un despertar, parecemos aletargados. Cierto es, que gran parte de esta situación, es generada por los gestores, empresarios, políticos? pero no observo respuesta por nuestra parte, que somos los damnificados, hay instaurada una «paz social» que no presagia ningún cambio, a corto plazo. ¿Se podría revertir la situación? ¡Pues claro?! ¿Qué haría falta para mejorar el sector?
