El proceso de concentración y alianzas entre grandes navieras de todo el mundo, en busca de eficiencia energética y reducción de costes -ahora todavía más tras el impacto del coronavirus en el comercial marítimo internacional- reactiva en 2020 los pedidos de grandes megabuque por parte de los armadores. A esta tendencia se apuntan las principales compañía de transporte que operan en el Puerto de València.
OOCL acaba de anunciar la firma de contratos con astilleros de Corea -con menores costes laborales que Europa- para la construcción de cinco naves de 23.000 TEU (contenedor de veinte pies). Cada uno de estos barcos cuesta unos 140 millones de euros. En la actualidad OOCL ya cuenta en su flota con seis megabuques con una capacidad de aproximadamente 21.000 TEU.
También la naviera suiza Mediterranean Shipping Company (MSC) pisa el acelerador. El principal cliente del recinto del Grao, que proyecta la cuarta terminal de contenedores en la ampliación norte, donde prevé invertir unos 1.100 millones de euros ha recibido el MSC Gülsün,
portacontenedores (gigantes flotantes de 400 metros de eslora y 59, de manga) con la mayor capacidad construido hasta la fecha: 23.000 TEU. Se trata del primero de una serie de 11 buques gemelos que el astillero coreano Samsung Heavy Industries construye para dicha naviera y que se entregarán a lo largo de este años 2020. El nuevo buque de MSC es operado junto con Maersk, fruto de la alianza 2M, entre puertos chinos y del norte de Europa. Evergreen, compañía taiwanesa cuyo consignatario en Valenciaport es Grupo Romeu, según la consultora Alphaliner, ha puesto en marcha un plan para la construcción de 10 portacontenedores de 23.000 TEU. Los nuevos barcos serán los más grandes de la flota de Evergreen y se desplegarán en rutas a Europa y América del Oeste. Y otra multinacional que no se queda atrás es la corporación francesa CMA CGM, que acaba de incorporar el CMA CGM Jacques Saade', de 23.000 TEU y forma parte de los más grandes del mundo impulsados por gas natural licuado (GNL).
