Durante los últimos meses hemos leído en los medios infinidad de noticias sobre los problemas que están experimentando el transporte marítimo y la actividad portuaria. Fletes elevados, congestión portuaria, escasez de contenedores, puertos asiáticos cerrados por covid, desabastecimiento, … ¡Incluso los Reyes Magos de Oriente vieron peligrar su prestigio ante tanto caos! Afortunadamente, el sistema respondió, los que nos portamos bien tuvimos regalos, y nuestra economía siguió funcionando con unos niveles de eficiencia más que razonables.

Bromas a parte, en este contexto, me gustaría subrayar el concepto que he mencionado hace pocas líneas: la eficiencia. En mi opinión, y desde una perspectiva portuaria, la forma más directa para mantener esa eficiencia, y por tanto que el transporte y la logística fluyan, es la innovación. Buques perfectamente sincronizados con los puertos para agilizar las operaciones, maquinaria portuaria capaz de descargar un buque con miles de contenedores en pocas horas, sistemas inteligentes que permitan garantizar la seguridad ante actos ilícitos y minimizar el número de inspecciones y su duración, intercambios de información 100% sin papel y tecnologías que minimicen el tiempo de paso de la mercancía por las terminales portuarias, sistemas de gestión de trenes perfectamente sincronizados con el puerto, los cargadores y las plataformas logísticas, y un largo etcétera de sistemas y herramientas necesarias para que la logística fluya y el consumidor casi ni se entere de que el mercado está en efervescencia. Y todo esto es, simple y llanamente, innovación. Los puertos más eficientes, las cadenas logísticas más resilientes, se han construido y basan su avance en la innovación, incluyendo un alto contenido de tecnología y digitalización.

Cambio de tercio. Hace pocas semanas tuve la oportunidad de participar en el Valencia Digital Summit, una iniciativa para promover la tecnología y la innovación abierta, fomentando el intercambio de conocimiento y experiencias entre empresas, startups y la sociedad en su conjunto. El potencial de la iniciativa es enorme. La innovación ya no va de un ‘supercerebrito’ encerrado en un garaje desarrollando aplicaciones, va de compartir el conocimiento, de obtener ideas frescas que se han generado en otros lugares o sectores, de conseguir unir a muchos emprendedores imaginando y desarrollando las soluciones a los retos de nuestras empresas.

Y este es el nuevo reto deValenciaport. Dar una nueva vuelta de tuerca a nuestra estrategia de innovación promoviendo la consolidación del ecosistema logístico-portuario de innovación a través de la creación de un Hub de innobvaciçon abierta que ayude a consolidar nuestro liderazgo en España, Europa y el Mediterráneo. Están Ustedes invitados a participar.