La nueva terminal preserva el gran valor histórico de la Unión Naval de Levante

El diseño conservará los elementos del antiguo astillero indicados en el informe emitido por la Cátedra Demetrio Ribes de la Universitat de València, como son el depósito de agua, la grada de construcción de buques, dos grúas y la subnave A de la nave III

Imagen actual del complejo de la Unión Naval de  Levante.

Imagen actual del complejo de la Unión Naval de Levante. / APV

Un siglo después de su construcción el histórico y emblemático complejo de la Unión Naval de Levante volverá a prestar un ser vicio a la ciudad y a la ciudadanía. Ahora, con las más modernas tecnologías medioambientales. Este espacio ha sido escogido por la Autoridad Portuaria de València (APV) para acoger la nueva estación pública de pasajeros. Un proyecto que se desarrollará salvaguardando los elementos y edificaciones históricas —como el depósito y torre del agua ahora recuperado— que indicó el informe emitido por la Cátedra Demetrio Ribes de la Universitat de València. 

De esta manera, Valenciaport mantiene la icónica imagen de estos edificios y su zona, que representan una parte de la historia de la ciudad, integrándolos en la nueva terminal y preservando así la idiosincrasia de esta área. En concreto, el diseño conservará todos los elementos del antiguo astillero catalogados en el documento de la Cátedra Demetrio Ribes, elaborado por los expertos Manuel Carreres Rodríguez y Luis Arciniega García, como piezas de valor histórico artístico.

Se trata del depósito de agua, la grada de construcción de buques, dos grúas y la subnave A de la nave III. La APV acometerá la rehabilitación de la estructura, fachada y cubiertas de este edificio, mientras que el concesionario se ocupará del resto de la reforma para su adecuación al nuevo uso previsto, respetando la arquitectura de la nave y la fachada oeste de la misma. Su consolidación y conservación permitiría mantener la memoria colectiva de los astilleros valencianos y su relación con el contexto social, urbano e histórico del puerto y la ciudad. 

Una personalidad propia

Por su espacio diáfano, la estética y el volumen de sus formas, los elementos podrían adecuarse a los cometidos de una terminal. Por su parte, las gradas y grúas preservadas complementarían el lugar como un escenario de aquello que fue la actividad industrial. En definitiva, permitiría el acceso a la ciudad por un lugar histórico dotado de una personalidad propia y, a su vez, moderno y adecuado a las nuevas necesidades.

La APV ya ha acondicionado parte de la parcela del antiguo astillero. El histórico depósito de agua de la Unión Naval de Levante, que desde hace unos meses luce el nombre de ‘Port de València’, ha sido totalmente restaurado y pintado con los colores corporativos de la administración portuaria —azul y blanco— para dar mayor visibilidad al nombre del puerto, tanto desde tierra como desde el lado mar.

Botadura de un barco granelero en la década de los 80-90.

Botadura de un barco granelero en la década de los 80-90. / Levante-EMV

Esta acción forma parte de las que la APV va a acometer en los próximos meses hasta concluir con la restauración de las naves de Unión Naval que, en un futuro albergarán, la estación de pasajeros. Una obra menor, pero de gran simbolismo para el puerto por lo que conlleva de implicación con su entorno.

Para la restauración del histórico depósito y su torre de hormigón armado, se han recuperado y tratado las armaduras afectadas por grietas y fisuras, se ha eliminado la corrosión de las estructuras oxidadas y se ha recuperado los revestimientos preexistentes, sellando el hormigón y pintando el conjunto de la estructura con un material que suporta condiciones meteorológicas extremas de sol, humedad, calor y frío.

Hay que recordar, que la APV ya recuperó parte del patrimonio de Unión Naval que se encontraba en el exterior del conjunto industrial. En concreto, la Escuela de Aprendices, el economato y la biblioteca, así como nuevos talleres de fundición. Desde el año 2000 todos estos elementos conforman las dependencias de Autoridad Portuaria de València, cuya entidad restauró y adecuó a sus necesidades.

Los astilleros de la ciudad

Con la preservación de todo este patrimonio, los valencianos y las valencianas, pero también todos aquellos que tengan la oportunidad de visitar la nueva estación de pasajeros del Puerto de València, podrán hacer un repaso por la historia de los astilleros de la ciudad. La sociedad Unión Naval de Levante fue constituida en 1924 con la finalidad de proporcionar la actividad constructiva de toda clase de navíos y reparaciones de buques.

Sus orígenes se remontan a 1916, cuando José Juan Dómine funda la Compañía Transmediterránea con la unión de diversas sociedades navieras para la construcción de unos astilleros junto al muelle de Poniente. Con motivo de la crisis económica de los años 20 se tuvo que reducir la inversión, por lo que se optó por crear una entidad propia para la actividad de los astilleros. Así, el 11 de abril de 1924 se funda en Barcelona la nueva sociedad Unión Naval de Levante.

Imagen de archivo del puerto de València.

Imagen de archivo del puerto de València. / Levante-EMV

Durante la Guerra Civil los astilleros fueron incautados y su actividad se basó en la producción de armamento, tanques y carros blindados. Por esa razón, así como por su situación estratégica, el conjunto industrial sufrió numerosos bombardeos de los aviones italianos aliados del bando sublevado. Tanto las naves como las gradas y grúas quedaron seriamente destruidas, teniendo que ser reconstruidas en los años posteriores al conflicto.

En paralelo a esta reconstrucción, durante los 40 también tuvo lugar la ampliación de la factoría. En 1946, la Compañía Transmediterránea adquiere casi la totalidad del capital social de los astilleros. En los años 60 y 70 Unión Naval se vincula al grupo del Banco Central y, después, del Banco Santander Central Hispano. En 1983, como resultado del proceso de creación de filiales, nacen Unión Naval València y Unión Naval Barcelona, las cuales fueron adquiridas en 1999 por Grupo Boluda. Con ello, la producción se especializó en la reparación y fabricación en serie de buques estándar, de salvamento, remolcadores de puerto y altura, petroleros y barcazas de suministro de combustible.