Sergio Carbó, Valencia

El responsable de la firma Geslive, Antonio Villarroel, encargada de defender los intereses de los obtentores de la patente de la variedad citrícola nadorcott, es decir, la empresa con sede en Francia y vinculada a la familia real de Marruecos, Nadorcott Protection, explicó ayer a Levante-EMV que si finalmente la Oficina Comunitaria de Variedades Vegetales decide retirarle la patente y la consiguiente explotación de la citada variedad, Nadorcott Protection devolvería el dinero que ha cobrado hasta la fecha por ese motivo a todos aquellos propietarios agrícolas españoles que tienen plantada este tipo de mandarina tardía en sus huertos y que decidieron regularizar su situación después de que el citado organismo comunitario reconociese, el pasado 4 de octubre, los derechos comerciales sobre esta variedad a Nadorcott Protection.

Tal como público ayer este diario, la Oficina Comunitaria de Variedades Vegetales ha paralizado de forma cautelar la concesión de la patente tras aceptar a trámite un recurso presentado por la Federación de Cooperativas Agrarias (Fecoav) en el que se cuestiona la legalidad de la medida adoptada por la propia oficina. Por tanto, y hasta que se dicte dentro de unos meses una sentencia definitiva, el cobro de royalties que venía efectuando Nadorcott Protection queda en suspenso. Ante esta tesitura, Villarroel ha querido lanzar un mensaje tranquilizador a todos los citricultores que tienen esta variedad y que están pagando por su explotación. En el supuesto de que la UE falle en contra de la empresa con sede en Francia «los licenciatarios, aquellos que han obtenido la licencia para plantar nadorcott recuperarán todo el dinero que han pagado hasta ahora. Geslive adoptará todas las medidas necesarias para salvaguardar sus intereses», declaró Villarroel. La suma que los citricultores pueden haber abonado hasta la fecha por la explotación de la nadorcott supera los dos millones de euros.

Sea como fuere, el representante de Geslive comentó que «el efecto suspensivo es algo normal en este tipo de procedimientos», en alusión a la medida adoptada por la oficina comunitaria, y agregó que «a la vista de los argumentos presentados por Fecoav no hay motivos para pensar que su recurso vaya a prosperar». Además, si el fallo fuese contrario a la petición de las cooperativas valencianas, Villarroel advirtió que emprenderá acciones legales «por entender que el recurso ha sido una maniobra dilatoria con la que se está buscando perjudicar a mi cliente».